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Civiles regulando el tránsito
Se deben apropiar lo recursos necesarios para adquirir vehículos.
Domingo, 25 de Septiembre de 2022

El viernes de la semana que pasó, el Secretario de Tránsito tuvo que utilizar todas las estrategias posibles para lograr la renovación del Convenio con la Policía Nacional, mediante el cual se tiene en la ciudad el grupo de uniformados pertenecientes a la Especialidad Tránsito y Transporte de nuestra querida institución.

Estuve analizando la posición de los Concejales, en particular la de su Presidente, persona de solventes condiciones profesionales y morales, sin embargo es preciso recordar qué ha sucedido en nuestra ciudad cuando se hacen experimentos con la movilidad, en una ciudad en donde la tolerancia y la falta de cultura ciudadana es el común denominador.

En los años 70’s, existió la Dirección de Tránsito, integrada por humildes personas cuotas de los Concejales con una formación académica que difícilmente llegaba a la secundaria. Absolutamente todos eran reconocidas por sus apodos o por su contextura física, bien lejos de ser figuras fitness y por el contrario con voluminoso abdomen, pero del conocimiento de las normas de tránsito poco o nada. Ellos, atendían las instrucciones de sus jefes y de ahí que eran muy pocas las sanciones porque la comparendera era de adorno y tan solo servía para asustar a los hermanos que nos visitaban del país vecino, quienes preferían ser objeto de sus “mordidas” ante la amenaza de inmovilizar el vehículo una semana.

Luego estuvo un acalde encargado que uniformó a los civiles con trajes de safari, aún así pensó que cambiando el uniforme inspirarían respeto, aspecto que solo se lo creyó el burgomaestre pasajero. Lo cierto es que el aporte para la ciudad fue insignificante y por el contrario, las quejas y el retroceso en materia de regulación de tránsito, fue realmente ineficiente, mereciendo la más baja calificación en la administración.

En cuanto al trabajo que realiza la Policía Nacional en su especialidad (los del convenio), no tiene los mejores resultados, porque a diferencia de lo que manifestó el Secretario de Tránsito, esa tarea es solo el cinco por ciento y eso nos lleva a pensar: ¿En qué ocupan el noventa y cinco por ciento del tiempo restante, toda vez que nunca se ven regulando el tránsito?

Considero que el Concejo en pleno debe reflexionar sobre la autorización solicitada de tal manera que no amanezcamos el 2023 sin autoridad, porque son muchas las personas que conducen en estado de embriaguez, arriesgando ser sorprendidos, imaginemos las vías repletas de conductores borrachos y decenas de accidentes de tránsito en las principales arterias de la ciudad, ante la inexistencia de la autoridad de tránsito. Por otra parte, no menos importante, tenemos conductores que se enfrentan a la Policía en estado de sobriedad, imaginemos qué podría suceder con civiles manejando una situación de agresión, lo que llevaría a pensar que el nombramiento de los nuevos colaboradores de tránsito, deberían tener como la principal función, la regulación del tránsito, revisando previo a la suscripción del nuevo convenio, la “letra menuda” en las que se especifiquen las obligaciones de los uniformados.

En caso de crear la nueva nómina, se deben apropiar lo recursos necesarios para adquirir vehículos y todos los elementos de señalización necesarios para el cumplimiento de las funciones de los nuevos servidores, que ojalá reciban el entrenamiento necesario para no cometer torpezas, cuando estamos próximos a recibir entre cinco y ocho mil vehículos diariamente con motivo de la reactivación fronteriza.

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