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Como perros y gatos
Fuentes gatunas dicen que el gato habita en la tierra desde hace más de diez millones de años. Verdad o mentira, difícil saberlo.
Jueves, 22 de Febrero de 2024

“El perro y el gato comían en el mismo plato, dormían en la misma caja de cartón, jugaban y se consentían mutuamente. Un día vieron por televisión cómo una manada de perros perseguía a unos gatos, disputándose cualquier mendrugo de pan. En la sala de la casa, entonces, se formó la trifulca. El perro y el gato se miraron feo, se gruñeron y se trenzaron en pelea. Desde ese día, perro y gato se volvieron enemigos.”

Alguna vez escribí ese minicuento, para mostrar el mal que puede hacer la televisión (y ahora las redes sociales).   El mal ejemplo cunde, y a veces una sola chispa puede causar un incendio. Además, quise mostrar cómo por un pedazo de comida, se pueden formar grandes problemas. He visto en otras oportunidades, cómo algunas personas azuzan a los perros contra los gatos, sólo por el placer de verlos pelear. Pasa lo mismo con los que azuzan a la gente contra la gente para que se agarren y se forme el gazapero.

Recordé el minicuento del gato y del perro en días pasados cuando se celebró,  según dicen,  el día del gato o de los gatos.

De los gatos se dicen muchas cosas, algunas buenas y otras malas. Que son los animales más inteligentes, que son la mejor compañía, que son la ternura en pasta. Otros, en cambio, dicen que los gatos son creídos, orgullosos, que son la representación de la vanidad, y hay quienes aseguran que los gatos son seres infernales, sobre todo los gatos negros, de mirada centelleante en la oscuridad.

Parece ser que el gato es uno de los animales más antiguos. Fuentes gatunas dicen que el gato habita en la tierra desde hace más de diez millones de años. Verdad o mentira, difícil saberlo. Que es de origen egipcio, que vivió entre los fenicios, que llegó a Italia, en fin, las versiones son distintas. Algunos los quieren, otros les tienen miedo.

Que son parientes del diablo, también dicen. Rafael Pombo, por ejemplo, en un poema cuenta que un lebrel perdonavidas (un perro) le preguntó a un gato: “Pariente de Micifú, ¿qué secreto tienes tú para vivir siete vidas? ¿Por qué los gatos tienen siete vidas? Nadie lo sabe, pero nadie lo niega. Este poema de Pombo muestra, además, el valor del aseo en los niños: El gato le responde: “Mi secreto es muy sencillo/ Pues no consiste si no/ en frecuentar como yo/ el aseo y el cepillo”.

De los gatos dicen que les gusta la molicie, vivir sabroso, al estilo de Francia Márquez. Seguramente nuestra flamante vicepresidenta  aprendió de los gatos cómo es eso de vivir sabroso: Comiendo, durmiendo echado en el sofá, y de noche salir a pasear por los tejados.  

Un poeta colombiano, Juan José Botero, escribió un hermoso poema llamado: Quiero ser gato. Botero dice que si Dios le preguntara algún día, qué le gustaría ser  en la vida, él de inmediato le contestaría que no quiere riquezas, ni amores, ni comodidades, sino ser gato. Vean esto: Quiero ser gato, quiero ser libre/ no ser esclavo/ vivir durmiendo en los tejados/andando solo, siempre robando/ sin afanarme por el mercado/ ni por chaquetas, ni por calzado, ni por muchachas/ni por Cristico ni por el diablo.

Eso sí es vida, siempre y cuando no aparezca por ahí algún perro feroz, que le forme la gazapera. Y que no le vayan a echar agua. Porque los gatos son enemigos de los perros y del agua.

La ñapa: Falta sólo una semana para reír y gozar con Daniel Samper Ospina. Que no nos coja la noche.


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