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El Emperador y sus huevitos
Pero Uribe no tiene huevitos en Cúcuta sino unos huevones que hacen fila para que Uribe los escupa.
Viernes, 2 de Octubre de 2015

¿Por qué algunos candidatos a la alcaldía de Cúcuta se pelean por besarle la mano al Emperador Álvaro Uribe Vélez? ¿No se han dado cuenta que la bendición de Uribe es una maldición? ¿Quieren besar las manos del artífice de los falsos positivos, de los más de 5 mil asesinatos de jóvenes que fueron presentados falsamente como combatiente guerrilleros?

Se pelean por besarle la mano al Emperador, por cocinarle, por secarle el sudor de la frente. Se pelean por llevarle el chisme más fresco de la campaña opositora. Le cuentan chistes para hacerlo reír.

Le hacen masajes, le leen el pensamiento y hay algunos que se tiran al piso para servirle de alfombra: les gusta que Uribe los pise, los abrace y los preñe: quieren empollar huevitos de Uribe.

Pero Uribe no tiene huevitos en Cúcuta sino unos huevones que hacen fila para que Uribe los escupa.

Escupió, de alguna manera, a los candidatos y asesores políticos que esta semana se le subieron a la tarima para besarle la mano.

Dijo que Carlos Luna era un hombre de virtudes, pero no aclaró cuáles. Algo parecido dijo de Jorge Noguera: “es un muchacho impoluto”.

Y ese muchacho impoluto está condenado a 25 años de cárcel por la infiltración paramilitar del DAS. ¿Qué hace Luna de monaguillo de Uribe si su jefe político, el ministro Juan Fernando Cristo, es su enemigo declarado?

También estuvo en esa tarima César Rojas, el candidato de Ramiro Suárez. Ramiro Suárez purga una condena en La Picota por asesinato.

Y si le creemos a Álvaro Uribe, Ramiro Suárez también quería asesinar a JF Cristo.

O sea, resumiendo: mientras Ramiro y Cristo se quieren matar, sus candidatos se pelean en tarima para besarle la mano al hombre que hizo público el plan criminal.

Y si esto parece muy enredado, súmele que también estaba Jorge Acevedo, que era del Centro Democrático pero que ahora es de Cambio Radical. Y para que esta historia sea más picante, agregue que Basilio Villamizar casi se va de golpes con la escolta de Uribe.

Porque Basilio, como todos los que mencioné más arriba, también quería besarle la mano al Emperador. O el anillo, no sé.

Todos son iguales. No tienen decencia política. Carecen de ideologías, de líneas de pensamiento. Desde el Frente Nacional, la discusión política en Colombia no se hace sobre la base de las ideas sino sobre la bellaquería. ¿Qué pensarían las víctimas de la paramilitarismo cuando vieron a sus candidatos hacer fila para besar la mano del artífice del paramilitarismo en Colombia?

El Emperador puede oler a todo lo criminal que sea, pero más hediondo huelen sus bufones.

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