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Inteligencia artificial y tránsito
Hace un par de meses un robot logró pasar un examen de admisión para la carrera de derecho en Harvard.
Domingo, 12 de Febrero de 2023

Cada día la inteligencia artificial plantea más desafíos para el mundo, la vida de los seres humanos, lo que será el futuro de la humanidad. Por estos días un juez en Cartagena dictó seguramente la primera sentencia que se dicta en Colombia apoyándose en la IA, y se ha creado el chat GPT, que se asegura va a revolcar el mundo y la producción del conocimiento. Uno de los grandes interrogantes que tiene el mundo hoy es hasta dónde esa inteligencia artificial podría ser humana.

Hace un par de meses un robot logró pasar un examen de admisión para la carrera de derecho en Harvard, o está demostrado que algunos robots logran dar asesoría jurídica en menos tiempo en Estados Unidos que oficinas de abogados.

Uno de los escritores que más ha estudiado en el mundo el tema, es el israelí Yuval Harari, y uno de sus libros, “21 propuestas para el nuevo milenio”. En sus escritos plantea que uno de los grandes efectos de la IA a futuro es el gran desempleo que en pocos años habrá en el mundo, que va desde robots haciendo cirugías desde Londres a pacientes en Colombia, las empresas manejadas por algoritmos, robots que reemplazan abogados y jueces como lo demostró el juez que dictó la sentencia en Cartagena.

Cuando se lee noticias de ese alcance, la primera reflexión que me hago en mi profesión de abogado, es la de que por muchos años Colombia ha intentado resolver los problemas de la justicia, y nunca lo ha logrado.

Por estos días de comienzo de año le preguntaba a un amigo artista italiano de cómo había recibido el 23, y me decía, en Cartagena. Supuse que había sido un buen comienzo de año acompañado de su familia, pero a continuación me precisó las circunstancias: “estaba en las exequias de mi esposa”.

Quedé desconcertado, y me dijo, mi esposa hace 23 años murió en un accidente de tránsito y hasta ahora pude hacerle las exequias porque la fiscalía tardó todo ese tiempo en “investigar” lo que era obvio, porque cuando ocurrió el accidente la entidad lo clasificó como “Muerte Violenta”, con todo lo que significa en Colombia, y duró 23 años para darse cuenta que había sido una muerte violenta en un accidente de tránsito, y hasta ahora le entregaron las cenizas de su esposa. Imposible otro retrato de la inoperancia de la justicia. Seguramente un robot habría resuelto ese caso en menos de 5 minutos.

Mi hijo es matemático en Francia y le preguntaba por un gran debate que hubo allá de hasta donde la IA podría ser humana, tener sentimientos, escribir un libro, una poesía. Me decía, el chat GPT es un modelo de inteligencia artificial que es capaz de producir un texto coherente, y en muchos casos mejor que un humano. Hasta pensé en el tráfico de Cúcuta, pues sería interesante adquirir un robot de esos bien programado que reemplace al director de tránsito de Cúcuta que parece que ni conoce la ciudad con todos los enredos que propone, y aún más, otro robot de esos que reemplace al alcalde, y lo programamos para que pavimente las calles y recoja las basuras. Sería un buen comienzo de año.

Volviendo al tema de la justicia pensaría que será revolucionario. Podría ser por fin una posibilidad de que la justicia en Colombia sea efectiva, y seguro que no ocurrirían más sucesos lamentables como el de mi amigo italiano. Con el chat GPT incluso podría un robot acercarse a escribir un libro. En fin, un gran debate y un tema largo; por ahora miro en Unicentro un almacén que vende esos dispositivos esperando encontrar uno de ellos para colocarlo en la secretaría de tránsito.

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