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Realidades de la economía colombiana
Se ha venido solicitando un plan de choque con énfasis en infraestructura, la construcción de vivienda y adicionando un diálogo con el sector privado para impulsar la confianza.
Viernes, 5 de Abril de 2024

Amables Lectores: Nuestra economía con un pobre crecimiento del 0.6%: “Perdió el año”. Que la economía solo haya crecido ese bajísimo porcentaje en el 2023 se debe principalmente a la falta de confianza.

Las causas de lo sucedido son claras. Desde el punto de la producción los problemas se concentraron en los sectores de la construcción, comercio e industria. Mirando la demanda es evidente el mal comportamiento del consumo de los hogares y la muy baja inversión.

La cifra del 0.6% no solo queda por debajo de lo esperado de los expertos, sino exceptuando la pandemia, es el más bajo desde 1.999, cuando el país vivió la crisis económica del UPAC. Lo más preocupante es ver cómo cayó la inversión, donde la inversión en maquinaria y equipo cayó en el cuarto trimestre un 26% anual. Recordemos que el dato anual del PIB para Colombia fue del 7.2% en el 2022; el 10.8% en 2021 y -7.2% en el 2020. Este último es el más bajo en toda la historia de país, debido a que los colombianos pasaban por su peor momento en materia económica por culpa de la pandemia.

Dentro de los sectores más golpeados por la desaceleración durante el 2023 están la construcción (-4.2%), industrias manufactureras (-3.5%) y comercio (-2.8%). Estoy completamente de acuerdo con lo manifestado sobre el tema, por María Claudia Lacouture; “Si quieres crecer a tasas más elevadas es necesario estimular el consumo de los hogares e implementar un plan de acción que facilite la creación de nuevos empleos a través de la disminución de los costos de producción y con incentivos a sectores que presenten capacidad de crecimiento en sus exportaciones”.

Según Bruce MacMaster, presidente de la Andi: “Es necesario trabajar en la generación de confianza dentro de los empresarios e inversionistas, quienes son los aliados más importantes del sector oficial de cara a una eventual reactivación”.

Según las explicaciones del gobierno la política adelantada por el Banco de la República mediante un alza en las tasas de interés para meter en cintura la inflación, es la causante de estas mediocres tasas de crecimiento muy inferiores al conjunto de la América Latina. Pero esta adjudicación es injusta. Basta mirar en otras latitudes donde una receta con los mismos ingredientes consiguió un suave aterrizaje y no un barrigazo como sucedió en Colombia.

Se ha venido solicitando un plan de choque con énfasis en infraestructura, la construcción de vivienda y adicionando un diálogo con el sector privado para impulsar la confianza.

Pero nada de eso sucedió y dice el reconocido refrán que uno recoge lo que siembra. Solo se espera que en el 2024 que pinta muy parecido al que acaba de terminar se logre enmendar la plana.


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