Trumpoloco todavía  no quiere aceptar su apabullante derrota electoral del pasado martes 3 de noviembre.  Ahora se ha dedicado con su perro sabueso, Rudy Giuliani, a poner trabas legales para las certificaciones oficiales de las votaciones en varios estados incluyendo Michigan, Georgia, Arizona y Nevada.  Es un proceso muy tedioso porque los recuentos se deben hacer manualmente. El mismo Trumpoloco está metido de lleno requiriendo los recuentos y en el caso de Michigan invitó a los miembros republicanos de la junta electoral del condado de Wayne, Michigan donde está Detroit, la ciudad más grande de ese estado para que se reunieran con él en la Casa Blanca en una flagrante violación de la separación de los poderes federales y locales.

Ayer Rudy Giuliani apareció en una conferencia de prensa y por las mejillas le corría el color marrón oscuro del tinte de pelo que usa en el poco pelo que le queda en su cabeza.  Su hijo Andrew, quien trabaja en la Casa Blanca, tuvo un resultado positivo en su prueba del Covid-19 que se hizo después de asistir a la conferencia de prensa de su padre.  A propósito Rudy Giuliani le factura la bicocada de 20 mil dólares por día a la campaña de Trumpoloco que equivalen a 72,7 millones de pesos colombianos por día  a la tasa de cambio de hoy.  Como decían nuestros abuelos ¡bonito culito el de las avispas!

Mientras tanto Trumpoloco al no conceder la derrota electoral se niega a que sus subalternos participen en cualquier reunión de empalme con los miembros del equipo Biden-Harris  a pesar del clamor de los demócratas en el Congreso y un puñado de congresistas y senadores republicanos dentro de los cuales se destacan Mitt Romney de Utah (quien fue el candidato republicano en la elección presidencial del 2012 la cual perdió contra el presidente Barack Obama)  y la Senadora Susan Collins quien acaba de ganar fácilmente su cuarta  reelección al Senado por el estado de Maine. De resto, liderados por Mitch McConnell, jefe de la mayoría republicana en el Senado,  le tienen miedo a las posibles retaliaciones del presidente y se cobijan con el argumento de que todos los recuentos y procesos legales deben completarse antes de declarar el ganador. 

Esta actitud va a afectar profundamente los esfuerzos de la nueva administración en combatir el coronavirus y revivir la economía así como la distribución de las vacunas contra este bicho que nos ha estado azotando por casi un año.  Pfizer acaba de anunciar que le va a pedir a la FDA, la agencia federal de drogas y alimentos (Food and Drug Administration en inglés), que apruebe el uso de su vacuna en una forma acelerada ya que las pruebas han dado muy buenos resultados. Se estima que si la aprobación acelerada es dada los primeros usos serán para mediados de diciembre.  Por esto si hay que darle crédito parcial a Trumpoloco porque la primera vacuna va a estar lista seis semanas después de lo que él quería (antes de la elección del 3 de noviembre).

El Secretario de Estado del Estado de Georgia, el republicano Brad Raffensperger acaba de anunciar el resultado último declarando a la fórmula Biden-Harris como la ganadora en ese estado y añade “¡los números no mienten!” en una clara referencia a los intentos del presidente y su sabueso Giuliani a desestabilizar el proceso electoral.

Nota:  La semana pasada cometí un error garrafal: el auto corrector le cambió el sexo al Presidente Barack Obama.  Mil perdones a Uds. y al gran presidente.

¡Hasta la próxima semana y que Dios nos siga protegiendo!

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