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SOAT
Es indudable que el incremento monetario del seguro obligatorio, ha generado malestar...
Sábado, 13 de Enero de 2018

Mucho se habla del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT), sin embargo la gran mayoría de las personas que deben portarlo, no conocen su verdadero alcance.

El SOAT, nace jurídicamente por medio de la Ley 33 de 1986, la cual estableció en su artículo 259: “El seguro por daños a las personas causados en accidentes de tránsito será obligatorio y el perjudicado tendrá acción directa contra el asegurador.”. 

Posteriormente con base en la Ley 45 de 1990, el Congreso, revistió al Presidente de la República, con facultades extraordinarias para expedir una reglamentación, en la cual tuviesen participación vehículos no asegurados y los no identificados (fantasmas).

El 2 de abril de 1993, se expidió el Decreto 633, el cual determinó la obligatoriedad de portar tan importante documento y por medio de la Ley 100 de 1993, fijó el porcentaje de participación de los recursos recaudados por concepto del seguro obligatorio, para atender lo relacionado a la accidentalidad.

Es indudable que el incremento monetario del seguro obligatorio, ha generado malestar a los conductores y en especial a los que poseen motocicleta, dado que el aumento se acercó al 20% pero la verdad, la accidentalidad en este tipo de vehículo es exponencial y prueba de ello, los constituyen las cifras.

En el año 2000, las compañías de seguros vendieron 181 mil pólizas (SOAT), de las cuales el 16% para asegurar accidentes en motocicletas. En el 2017, vendieron pólizas (SOAT) para 677 mil vehículos, de las cuales el 50% para el segmento de motocicletas, situación que evidencia el crecimiento de este tipo de vehículo y por elemental lógica, un marcado incremento de la accidentalidad.

De igual manera, en el año 1988 las aseguradoras pagaron por atención a personas por accidentes de tránsito con cargo al SOAT, cerca de 28 mil millones de pesos a precios de hoy y 829 mil millones de pesos en el 2016.

Lo anterior es coincidente con las estadísticas de accidentalidad en el país, donde los protagonistas son siempre los mismos: los motociclistas. 

Es indiscutible que los recursos utilizados en accidentes, pudieron tener mejor destino, como por ejemplo, intensas campañas de educación vial, demarcación de vías y señalización. Hoy, parte del pago que el usuario realiza por cuenta del SOAT se gasta pagando: Atención de urgencias, hospitalización, suministro de material médico quirúrgico, prótesis, suministro de medicamentos, tratamientos, procedimientos quirúrgicos, etc. 

Ese es el motivo por el cual a un mismo siniestro o accidente, llegan al tiempo tres y hasta cuatro ambulancias. Mientras la ciudadanía cree que es solidaridad, sus ocupantes llevan en la mente hacer la siguiente pregunta al llegar: ¿tiene SOAT? Si la respuesta es positiva, saben a qué IPS o clínica deben llevar al herido. Si es negativa, sus rostros se destiemplan, pero por lo general, conducen al paciente al lugar más cercano en donde le puedan brindar las atenciones básicas de urgencia o se van derecho al Hospital Erasmo Meoz. 

En conclusión, las ventajas que ofrece el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito, SOAT son excelentes y entre más accidentes con víctimas se sucedan, su costo aumentará proporcional a los costos de la atención.  

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