El candidato Gustavo Petro anuncia, de ser elegido presidente, convertir a Ecopetrol, en un plazo de cinco años,  en un importante productor de paneles solares para generar energía eléctrica e ir marchitando su rol actual de explorador, productor y refinador de crudos. Revisemos cuál sería el escenario de Colombia en 2030 si esto sucede.

A finales de 2016, un año pésimo para las petroleras, Ecopetrol tuvo ingresos por cerca de USD 44.000 millones en sus actividades de exploración, producción y refinación de crudo. En ese mismo año, Canadian Solar, empresa que cotiza en el mercado NASDAQ y una de las tres más grandes del mundo en la actividad de producción e instalación de paneles solares, tuvo ingresos por USD 2.800 millones. Apenas un 6% del ingreso de Ecopetrol.

La utilidad de Canadian Solar fue de USD 65 millones y la de Ecopetrol de cerca de USD 2.300 millones para las actividades mencionadas. Es decir, Ecopetrol en 2016 tuvo  34 veces más utilidad que una de las tres empresas más grandes de paneles solares del mundo. Ahora, proyectemos este escenario para el 2030, cuando supuestamente, la energía solar tendrá una mayor participación en la matriz energética del mundo y el petróleo una menor.

IRENA (agencia internacional de energías renovables) calcula que para 2030 habrá instalado 1.250 GW en el mundo de paneles solares. Eso es 4 veces más de lo que existe hoy. Supongamos que el candidato Petro es Presidente , convence a los accionistas minoritarios (fondos de pensiones locales y fondos internacionales) que Ecopetrol debe dedicarse a producir paneles solares.

En ese entonces, en apenas doce años, supongamos que Ecopetrol es la más importante empresa del mundo en esta actividad. Algo que le ha llevado 17 años a Canadian Solar alcanzar. El nuevo súper  Ecopetrol solar tendría un ingreso de USD 12.000 millones y utilidades netas de aproximadamente USD 600 millones en el caso de ser el doble de eficiente en costos que lo que es hoy Canadian Solar. 

Ahora, comparemos esta utilidad en 2030 con el caso en que Ecopetrol, para esa misma época,  no incursione en el mundo solar y mantenga un ritmo perezoso de producción y de descubrimientos de reservas, apenas para mantener su participación en la demanda mundial de crudo, que llegaría a cerca de 100 millones de barriles día (Agencia Internacional de Energía).

La empresa produciría en promedio 566.000 barriles día de crudo y podría llegar a un ingreso de USD 48.000 millones y a una utilidad de USD 2.400 millones. Todo esto si los precios del crudo fuesen iguales a los del 2016, o sea el peor momento de precios de los últimos años. 

Es decir, si comparamos el Ecopetrol más exitoso en producción de paneles solares con el Ecopetrol menos exitoso que continúa en su operación petrolera,  el segundo sería 4 veces más grande que el primero en utilidades.  Mutar la actividad de Ecopetrol a una en donde no tiene conocimiento, ni ventajas comparativas, y dejar de estar en el mercado del crudo sería el caso más absurdo de detrimento patrimonial en donde: los pensionados mermarían su patrimonio,  la nación  igual y los contribuyentes del entonces tendrían más altos impuestos para poder suplir las menores utilidades de la nueva Ecopetrol solar  para pagar las importaciones de crudo y los gastos del gobierno que se ha quedado sin fuente de financiación. 

Petro dice que no se parece a Chávez. Si observamos la producción petrolera de Venezuela y los precios del crudo comparando el 2008 con el 2016, PDVSA debió haber perdido casi un 67% de sus ingresos durante este lapso. Esto no se sabe con seguridad ya que los estados financieros de PDVSA no son confiables. En caso en que Ecopetrol deje su actividad actual y se convierta en el más grande productor de paneles solares del mundo, los ingresos habrán disminuido casi que un 75% en 12 años. La propuesta no se parece a una mala idea de Chavez, es peor.