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Cúcuta Deportivo
El sueño cumplido de Héctor Solano
El cucuteño debutó el pasado domingo en la victoria del Cúcuta 2-0 ante Chicó.
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Gustavo Contreras
Gustavo Contreras Sabogal
Lunes, 28 de Septiembre de 2020

“Haga lo que usted sabe hacer. Utilice su zurda, usted tiene buena pegada y si tiene la oportunidad de hacerlo, hágalo”. Esas fueron las palabras del cuerpo técnico del Cúcuta Deportivo antes de darle entrada por primera vez en un partido profesional a Héctor Solano, un cucuteño de 21 años que anhelaba y soñaba vivir este momento desde que inicio en el fútbol.

El volante zurdo entró el pasado domingo al minuto 81 del juego que el rojinegro superó al Boyacá Chicó 2-0 en su casa, por primera vez en la historia enfrentándolo en la A.

Solano ingresó por Gilberto ‘Alcatraz’ García, uno de los jugadores más experimentados del plantel quien al momento de toparse con el juvenil, antes de darle entrada, le dijo que aprovechara la oportunidad ya que muchos no llegan a cumplir el sueño de debutar.

“Estoy muy contento. Trabajé mucho para debutar y por fin se me dio”, afirmó emocionado el volante que puede cumplir funciones tanto defensivas como ofensivas.

Una llamado ilusionante  

El sábado, un día antes del partido, el director técnico Jorge Artigas acostumbra a seleccionar a los jugadores que van a viajar durante el último entrenamiento previo al encuentro.

“La noticia de la convocatoria la vine a conocer el mismo sábado. Me seleccionaron en el grupo que iba a viajar y se me alegró el día. Llegue a la casa, le conté a mi mamá y la alegría fue más grande porque también viajaba mi hermano Jefferson”, confesó Héctor.

La ilusión de jugar fue tranquila pero grande. Antes había sido convocado ante Bucaramanga y no jugó y en el 2019, por Copa, fue desconvocado a última hora en un juego ante Valledupar.

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Sobre esa desconvocatoria, el juvenil dijo que “fue una tristeza enorme pues ya estaba concentrado y mentalizado. Pero gracias a Dios me llegó a este año”.

Cero nervios 

“Pensé que iba a entrar con nervios pero no fue así, me sentí muy cómodo, creo que es por la confianza que tengo con el grupo”, afirmó Solano que saltó a la cancha con el dorsal 25.

Antes del ingreso, el capitán José Orlando Pérez y su hermano Jefferson, quienes habían salido minutos antes lo alentaron con arengas.

“Orlando y  mi hermano me felicitaron, me gritaban que era mi momento, que aprovechara”.

En referencia al bajo clima de Tunja, dijo que fue complicado porque jugar en esa altura es difícil. “Fui con la sub 20 el año pasado y  me había costado. El domingo era diferente,  mi debut profesional, me complicó un poquito al comienzo pero luego se sentí muy cómodo”.

Sus inicios

Solano creció en el barrio Santo Domingo de Cúcuta pero su formación de fútbol inició a sus cinco años en Atlético Chapinero.

“Estudié mi primaria en la escuela de La Cabrera, luego en el colegio Luis Carlos Galán y terminé en el Acoandes. Todos los días, a las 2 p.m. partía a entrenar con los profesores Geovanny Espalza, Luis Galvis o Armando Montes”, recordó.

Ese trajín diario, lo llevó a pensar en desistir y a los 15 años ya no quería entrenar más. Su mamá Liliana Montañez, fue quien lo detuvo y lo siguió motivando.

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“Me obligó ir a entrenar aunque no quería. Estaba cansado pero a los 17 años al ver que realmente podía jugar, me motivé mucho más”, contó Héctor quien en aquel momento pensó estudiar medicina.

Otro plus que tuvo fue su hermano mayor Jefferson (24) quien debutó con la rojinegra en el 2015.

“Claramente él era mi referente, entrenábamos juntos. Yo decía que si él ha pasado por lo mismo que yo y debutó, yo también podría llegar a hacerlo”.

Llegada al Cúcuta

Héctor se vinculó al equipo rojinegro en 2018, luego de superar unas convocatoria desarrollada en la cancha Vallesther.

“Éramos como 200 pelados y recuerdo que quedé con Juan Pablo Marín, uno de mis mejores compañeros”, aseguró.

Desde ese momento, entró a la Sub-20 con el entrenador David Suárez con quien tuvo algunos roces al comienzo pero finalmente terminó como un maestro.

“Me decía que yo no marcaba, que el equipo sin la pelota jugaba con 10 porque no defendía. Gracias a eso aprendí a defender y ahora me sirve”, recordó el jugador que en octubre de ese año firmó un contrato por tres temporadas.

En 2018 y 2019, estuvo con el equipo Sub-20 en el que llegó a sentir incertidumbre pues veía que compañeros suyos ya tenían partidos como profesionales.

Este año fue seleccionado por Jairo Patiño para integrar la plantilla del año.

“Desde el 5 de enero estuve en Bogotá con el profe Patiño, me mantuvo en la lista de los jugadores aunque no jugué siento que me  fue bien. Con su asistente, Armando Maldonado, me queda el recuerdo de su exigencia que es buena para la formación de uno como futbolista”, dijo sobre el anterior cuerpo técnico.

Tras la llegada de Artigas, fue convocado contra Bucaramanga pero pudo jugar hasta el domingo.

“Artigas es un entrenador excelente que le da la oportunidad a los jóvenes. No le da miedo y eso es importante para nosotros que hasta ahora estamos empezando”, afirmó el jugador que a diario se levante a las 3:30 para llevar al trabajo a su papá Geovanny y así poder tener libre el vehículo para ir a los entrenos. 

 Los hermanos Jefferson y Héctor Solano jugaron, aunque no al mismo tiempo, en la victoria del Cúcuta 2-0 ante Chicó.

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