Pablo Javier Garabello, el nuevo técnico del Cúcuta Deportivo, nació hace 46 años en el barrio Nueva Pompeya de Buenos Aires. En entrevista con La Opinión, habló sobre algunos pasajes de su vida, su paso por la Selección Colombia y sus expectativas con la tribu rojinegra para el segundo semestre.

¿Cómo y cuándo llegó al fútbol?

A los 11 años fui a San Lorenzo de Almagro, luego a River Plate y a los 13 años pasé a Argentinos Juniors, con el que firmé mi primer contrato y donde conocí a José Néstor Pékerman. Él era el técnico de las inferiores, estoy hablado de casi 30 años atrás. Jugué en la reserva, no llegué a jugar como profesional en Argentinos. Más tarde fui a los Estados Unidos, donde jugué en un club de segunda y después terminé jugando en el ascenso argentino, en Barracas Central y San Martín de Burzaco.

¿Cómo fueron esos inicios?

Muy difíciles, era muy chico (niño). Si bien tenía el apoyo de mi papá y mi mamá, que muchas veces me llevaban (a entrenar), me tocó viajar solo dos horas de ida y vuelta, todos los días, además de continuar con mis estudios; fue un sacrificio enorme que hoy se ve recompensado.

¿En qué momento creyó que sería DT?

Cuando terminé de jugar el ascenso con 29 años, por una lesión en el hombro, ya miraba a los entrenadores cómo trabajaban y siempre, hasta jugando, me interesé por la parte táctica. Por eso, hice el curso inmediatamente, después tuve la oportunidad de ir a Irlanda a un lugar llamado Samba Soccer, donde entrenábamos jugadores jóvenes, y ahí me terminó de encantar la dirección técnica.

¿Por qué no se hizo profesional?

Creo que en eso tiene mucho que ver el destino y la suerte del jugador. Estando en Argentinos Juniors tuve la mala suerte de romperme un hombro en mi mejor momento, cuando estaba para firmar contrato; eso me atrasó un año la carrera y en Argentina en un año te pasan por arriba.

¿En qué posición jugaba?

Volante central, de cinco. Tenía buen pie, pero el destino no se me dio.

¿Cuál fue su primer entrenador, y cuál el último?

El primero importante, Martín Pando (River Plate); y los últimos, la dupla Acosta-Panaro en Barracas Central.

Paso por colombia

¿Cómo se dio su paso en la Selección al lado de Pékerman?

Cuando José (Pékerman), después de dirigir a Toluca y Tigres de Monterrey, inicia  negociaciones con Colombia, me dijo que iba a estar en su cuerpo técnico, trabajando la pelota parada, los volantes y los esparrin. Una vez lo llamaron, me entusiasmé y empecé a averiguar todo sobre el fútbol colombiano, sin pensar en que íbamos a hacer historia en dos Mundiales (Brasil 2014 y Rusia 2018).

¿Qué le dijo del fútbol de nuestro país?

José es un apasionado del fútbol colombiano, nos empapó de su historia, de lo que pretendía; nosotros inmediatamente sentimos orgullo por poder venir a trabajar en este fútbol y estamos eternamente agradecidos. Son recuerdos que jamás voy a olvidar.

Después de seis años con la Selección, ¿tenía un plan B?

Después de terminar el Mundial de Rusia le manifesté a José que tenía ganas de independizarme, pues tenía una oferta de Unión de Santa Fe, pero no se concretó.

Un nuevo desafío

Pasemos al Cúcuta Deportivo. ¿Por qué acepta un reto tan difícil, estando el equipo en riesgo de descenso?

Uno analiza todo, piensa lo bueno y lo malo. Creo que este equipo tiene mucho más para dar. Hice un análisis del campeonato y siento que nosotros no somos menos que nadie. No soy iluso, sé que estamos en una situación difícil, pero estoy convencido de que la vamos a sacar adelante y vamos a pelear por estar entre los ocho.

¿Qué lo motivó a tomar este desafío?

La historia del equipo. Creo que si entramos entre los ocho, podemos dar un gran batacazo.

¿Le pidió algún consejo a Pékerman?

Consejo no, porque José es una persona muy respetuosa. Me dijo que confiaba mucho en mí, que es una plaza muy buena, que estaba muy contento por mi trabajo y que iba a tener en él a un hincha más del Cúcuta. 

¿Qué proyecto le vendió el presidente Cadena?

Me dijo que esta es una plaza fuerte, que hay una ilusión grande en la ciudad porque el equipo vaya bien, que me iba a ayudar con el tema de los refuerzos y que vamos a hacer una buena pretemporada. 

¿Qué conocía del equipo?

Todo, no solo porque vi los 20 partidos, sino porque conocía a algunos de los jugadores.

¿Qué conclusión sacó de los 20 partidos?

Que no somos menos que los otros equipos. Que necesitamos un orden defensivo. Y que de local tenemos que proponer y de visitantes adaptarnos al rival.

¿Cómo lo recibió el grupo?

Creo que es un grupo noble, educado, respetuoso; me recibió con respeto y pienso que los muchachos están contentos. Hemos trabajado fuerte, nadie se ha quejado y todos estamos metidos en el mismo cuento.   

¿Cómo han sido estos 28 días al frente del club?

Han sido duros, fuertes en la parte física y táctica, hemos tenido entrenamientos hasta de tres horas, en tres turnos. Estamos contentos y los jugadores han aceptado el reto de la mejor manera. Ellos van por la revancha también. 

¿El equipo ha asimilado su filosofía de juego?

Sí, esto es un proceso, faltan varios entrenamientos y los partidos amistosos, pero van entendiendo que deben ser un equipo aguerrido, duro en defensa, con buenas transiciones en ataque y que pueda definir.

Con sinceridad, ¿los refuerzos fueron los que solicitó?

Muchos de ellos han sido pedidos por mí, como Achucarro (David), Sánchez (Diego), Valencia (Ever), Restrepo (Daniel) y Carmelo Valencia. Estoy contento con ellos. 

¿Tiene la fórmula para salvar la categoría?

Sí, nosotros consideramos que ganando los partidos de local estaríamos dentro de los ocho.

Los argentinos son cabaleros, ¿cuál es su cábala?

Soy devoto de San Expedito, pero más allá de ser devoto y creyente, el trabajo y el respeto son mi cábala. 

Desde La Opinión le deseamos éxitos en su aventura...

Muchísimas gracias, siempre estaré a su disposición. Nosotros no le pedimos nada a la gente, más allá de que vengan a ver a un equipo que los hará felices.