El próximo primero de septiembre, Colombia iniciará una nueva etapa de aislamiento, que ya no será preventiva, sino selectiva, en la cual, se permitirá una mayor reapertura de las actividades económicas y sociales, con el objetivo de recuperar la economía de los sectores que más se han visto afectados debido a la pandemia por la COVID-19.
Según las autoridades de Salud de Cúcuta, esta medida ya se ha venido implementando en la ciudad desde hace algunas semanas, cuando, en articulación con la administración municipal y la Policía Nacional, se iniciaron las intervenciones comunitarias por los barrios en donde mayor número de contagios se han presentado.
“El municipio de Cúcuta ya lo venía haciendo, cuando empezamos a hacer cuarentenas totales por barrios, las cuales seguiremos impulsando a partir del comportamiento epidemiológico y focalizando a los sectores más afectados por comuna”, dijo David Fajardo, secretario (e) de Salud de Cúcuta.
El funcionario explicó que, de igual manera, continuarán estableciendo la estrategia del Programa de Pruebas, Rastreo y Aislamiento Selectivo Sostenible (PRASS), donde a través de cercos epidemiológicos se realiza el rastreo y la búsqueda de casos sospechosos o posibles personas que hayan tenido contacto con un paciente positivo para coronavirus.
Esto, con el fin no solo de aislar a las personas individualmente y a su núcleo familiar, sino de igual forma, activar la ruta interna de la Secretaría de Salud con la respectiva EPS, para que se realicen las pruebas de COVID-19 en los casos que se tiene sospecha de un posible contagio.
Así mismo, Fajardo mencionó que, para continuar con las acciones implementadas, estarán al pendiente del decreto que expida el Gobierno Nacional, para no salirse de los lineamientos oficiales.
La economía avanza para una reapertura
Antes de conocerse el anuncio dado por el primer mandatario nacional, las autoridades cucuteñas trabajaban en planes que permitieran volver a una eventual y gradual apertura de distintas actividades económicas, además de prepararse para una nueva normalidad.
Hasta el momento, según explicó Sergio Maldonado, secretario de Desarrollo Social y Económico de Cúcuta, en la ciudad se ha implementado una cuarentena estricta sectorial y se ha desarrollado una estrategia de acordeón, en donde se permite por días y franjas horarias una reactivación de actividades sociales y comerciales.
Por otra parte, el funcionario precisó respecto al aislamiento selectivo que la administración municipal está a la espera de que haya un decreto que reglamente esta nueva medida para poder implementar en la ciudad, manteniendo cercos epidemiológicos en las zonas donde haya más frecuencia de contagios.
Sin embargo, señaló que desde la alcaldía se ha venido trabajando con los distintos sectores económicos en donde ya se han adelantado la proyección de planes piloto, los cuales ya están en manos del Ministerio del Interior y se espera que a más tardar la otra semana se tenga oportuna respuesta para proceder a su implementación.
“En Cúcuta, la reactivación con planes piloto va más dirigida a la implementación de protocolos de bioseguridad en espacios económicos que aún no han abierto, tales como los gimnasios, restaurantes, el sector turismo, que se ha visto impulsado por la apertura del aeropuerto y la implementación de nuevas rutas aéreas para la ciudad y que se espera pronto vuelva a funcionar con medidas especiales”, precisó Maldonado.
Eduardo Quintero, presidente de Asobares Cúcuta y director ejecutivo de CorpoMalecón, celebró el anuncio que hizo el presidente de la República Iván Duque, ya que, a pesar de que han estado trabajando en los planes piloto y demás, la luz verde pare el sector, aún no se vislumbraba tan cerca.
“Sabemos que las discotecas por ahora no van a estar permitidas, pero ya estamos rediseñando los protocolos. Estuvimos haciendo como un simulacro sobre cómo se va a manejar el espacio a cielo abierto, con las mesas afuera, el tema del distanciamiento en las terrazas”, dijo Quintero.
El directivo aseguró que una de las situaciones que mayor enojo e inconformidad le ha ocasionado la pandemia al gremio de Asobares y a la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodrés), tiene que ver con la permisibilidad que las autoridades y la administración municipal les han dado a las tiendas y establecimientos comerciales de barrio, con respecto a la venta de licores y comidas preparadas.
“En los barrios nunca hubo cuarentena, ni control en los restaurantes, ni en los sitios donde venden bebidas alcohólicas. Ellos siguen atendiendo en las mesas, solo se sujetan a las horas de restricción del toque de queda y ni así, porque la gente pide las cervezas y se va al porche de las casas a seguir tomando”, mencionó Quintero.
Por tal motivo, hizo un llamado a la Policía Nacional, para que efectúe mayores controles y hagan cumplir la ley, porque “a nosotros si nos están poniendo todas las restricciones y condiciones para poder abrir y en el momento que queramos hacer algo diferente, ahí si vamos a estar en el radar de todos los organismos competentes si nosotros nos pasamos por encima alguna línea de los protocolos que exigen”.
A favor y en contra
Julio Peñaloza, edil de la comuna 3, aseguró estar de acuerdo con el nuevo concepto de aislamiento, “para que la gente sea más conciente de la situación que estamos pasando y podamos salir rápido de esta pandemia”.
El líder barrial afirmó que esta medida permitirá que la economía se reactive con mayor rapidez, porque este es un tema que beneficiará a todos los colombianos.
Por su parte, Jesús Ortíz, líder comunal de la comuna 6, que a corte del 24 de agosto de 2020 presentó 875 casos activos de COVID-19, sostuvo que no está de acuerdo con las nuevas disposiciones.
“Nos preocupa mucho, porque la gente va a tener más libertad y van a estar más descontrolados, me parece una decisión muy temprana”, explicó Ortíz.
El dignatario comentó que se debería esperar un tiempo más para activar nuevamente la economía, porque no es lógico que en medio del aumento de las cifras de contagio, se vaya a dar reapertura y se promueva el autocuidado, pues áun falta mucha cultura ciudadana.
“Si la administración municipal no fue capaz de llevar ayudas a varios sectores y no le ha puesto la lupa a otros temas como la seguridad, muy difícilmente va a poder con estas nuevas medidas porque la gente no hace caso”, dijo uno de los líderes consultados que prefirió no ser identificado.
"Cúcuta no está lista"
La Opinión consultó con algunos comerciantes y habitantes de la ciudad, que coinciden en afirmar que a Cúcuta aún le falta mucho por mejorar y, por lo tanto, aún no está lista para este aislamiento selectivo.
“Como comerciantes es lógico que nos beneficia, porque esta pandemia nos ha afectado mucho, pero al alcalde (Jairo Yáñez) esto se le salió de control, porque de qué sirve abrir la economía si esta se puede convertir en un gran foco de propagación”, dijo Edgar Bautista, comerciante del centro de la ciudad.
Bautista asegura que la falta de cultura ciudadana es la que ha ido ocasionando todo el caos y el aumento en las cifras de contagios en los principales barrios.
“Cúcuta no está lista. La Secretaría de Salud miente, porque dicen que hacen cercos en todo el barrio y solo van a unas calles y así se quedan”, mencionó Bautista.
Yessica Parra, habitante del barrio Motilones, uno de los más afectados por el coronavirus, manifestó que la administración municipal solo se está concentrando en el tema de la COVID-19 y está dejando atrás otras situaciones que también requieren atención.
“La inseguridad es el pan diario no solo en el barrio, sino en la ciudad, además del desempleo .Poco sirve que reabran todo, si los desempleados van en aumento y nadie ofrece oportunidades, así como tampoco ayudas, porque la emergencia sigue, pero parece que en Cúcuta ya se acabó, hace más de dos meses no entregaron más mercados”, dijo la vecina de Motilones.
