Angélica Torres vive en Antonia Santos desde hace una década. Para ella, al igual que para muchos del barrio, la construcción del mirador Jesús Nazareno, en lo alto del cerro, nada significa.

“He subido una sola vez desde que hicieron el mirador; antes, subí muchas veces, pero la verdad es que no hay mucho para ver”, asegura.

Su versión contrasta, sin embargo, con la de su vecina, quien tiene una tienda antes de comenzar las escaleras por las que se accede al mirador y aunque entre semana no le deja más de 20 mil pesos, los fines de semana las ganancias pueden ser de cerca de 200 mil pesos.

Pero aun  así, la percepción en el barrio no es de mejoramiento ni progreso. “La idea no es mala”, afirma el vecino Evaristo Ortega, “pero le falta mucha promoción”.

Torres asegura que les prometieron mejoramiento de vivienda y pavimentación de calles, pero dice que seis meses después de la inauguración nadie ha ido con información para acceder a alguno de los programas.

Y es que este mirador, catalogado dentro del plan de gobierno del alcalde, César Rojas, como una megaobra, está ubicado en la comuna 8 y rodeado de población vulnerable.

A pesar de esto, cuentan los lugareños que poco a poco son más las personas que deciden subir al mirador. Sin embargo, casi siempre son personas de la zona. En las tardes, al menos 20 personas hacen la caminata, mientras que el fin de semana el número de visitantes puede subir a 200.

Precisamente, con el propósito de que este sitio se convierta en potencial turístico en la región, la Alcaldía ya adjudicó lo que será la segunda etapa.

En ella se invertirán 899 millones de pesos, que se invertirán para la construcción de parqueaderos para carros, motos y bicicletas; la plazoleta de comidas, así como la ampliación de la zona de acceso vehicular y el mejoramiento del alumbrado.

En esta obra se invirtieron 2 mil 179 millones de pesos y fue entregada hace seis meses. Actualmente, el mirador cuenta con 2 mil 600 metros cuadrados de urbanismo, incluyendo senderos peatonales, espacios públicos, baños, una vista de 360 grados y una escultura de Jesús Nazareno de más de 25 metros.

La comunidad espera que este sector tome el impulso turístico que les han planteado en un video y en las socializaciones que les han hecho, y así no solo mejorar su economía si no quitarse el estigma de población peligrosa.

“El proyecto es muy bueno pero se debe trabajar en explotarlo y aumentar la visitas”, coinciden los vecinos.