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Cultura
Uriel Bravo, mexicano director de 'Río Ánimas' una producción cucuteña
Hay en el artista cucuteño, y no sólo el teatral, una frescura envidiable. Una noción muy clara de las necesidades del arte para el desarrollo: Uriel Bravo.
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Lunes, 9 de Agosto de 2021

El furor ocasionado a nivel nacional por la actuación y mensaje de la obra teatral ‘Río Ánimas’, invitado a participar en Medellín, Bello, Manizales y Marinilla en  agosto, ha sido muy relevante para la escena teatral de la región.

La obra fue creada por el dramaturgo mexicano Edeberto "Pilo" Galindo, sin embargo, ha sido adaptada y dirigida por Uriel Bravo, un mexicano que, encontró en el grupo Casa Teatro Cúcuta, una oportunidad para darle vida a "la historia de amor más grande del mundo", como él mismo define.

 

¿Desde la primera vez que dirigió la obra, se han modificado diálogos o escenografías?

En este largo periodo ha sufrido diversas modificaciones, actores que han dejado el proyecto y actores nuevos que se integraron este año. Mi nuevo encuentro con el proyecto precisó entonces en un cambio en varios aspectos principalmente en el actoral, es decir, se volvió a trabajar el proceso de actuación y por supuesto cambiaron muchas cosas, se incorporaron cantantes y actores al mismo, pero la escenografía por ejemplo no se modificó en absoluto, pues corresponde al concepto fundamental de la puesta en escena. El texto sí adquiere las características propias de los nuevos actores en algunos aspectos, pero no en lo fundamental.

¿Cree que el mensaje de la obra traspasa las fronteras por la situación sociopolítica que se vive en Latinoamérica?

Desde mi punto de vista el Teatro no tiene un mensaje, es un medio de expresión de aquello que define al hombre cómo es, no cómo debiera ser.

Por otro lado, la situación que vive Latinoamérica de pobreza, marginación, discriminación y gobiernos cada vez más autoritarios con la sutileza que las leyes de la economía dictan, y no sólo con la violencia institucionalizada,  es común a todos nuestros países. Cúcuta es un dilema de frontera. Conviven ahí dos naciones que tienen, sin embargo un origen común; Venezuela y Colombia, comparten los espacios vitales que precisan diálogo, tolerancia y transformación.

Por ahora sus planes es seguir produciendo la obra de Río Ánimas, a futuro no se han hablado de más proyectos.

“El teatro no es un mensaje, es un medio de expresión”

 

¿Qué puede resaltar de la interpretación del grupo cucuteño?

Hay en el artista cucuteño, y no sólo el teatral, una frescura envidiable. Una noción muy clara de las necesidades del arte para el desarrollo y maduración tanto de ellos mismos como seres humanos como artistas. Especialmente trabajar con los jóvenes cucuteños es una experiencia maravillosa y esperanzadora.

¿Qué ha encontrado en la cultura cucuteña en sus viajes a la ciudad?

Cúcuta busca reencontrarse con su origen y con el origen de esta nación. Tiene una enorme historia que ha involucrado a todo el país. Ya no es sólo Bolívar. Norte de Santander sigue buscando esa identidad fronteriza tan difícil de conseguir a lo largo de la historia de la humanidad, que, sin embargo nació sin fronteras.

En su experiencia personal ¿Qué tan similar es la cultura mexicana con la colombiana?

Colombia al igual que México parece también un mosaico de identidades, ambos países son microcosmos, caldo de cultivo para diferencias que nos enriquecen y nos dan presencia, es decir, compartimos con Colombia la pasión por la diferencia y también sus consecuencias nefastas, la segregación.

¿Cuál es el mensaje que le daría a una persona que va a ver su obra?

El teatro habla fundamentalmente de dos grandes realidades humanas: el amor y la muerte. De eso trata esta obra. De su inefabilidad, y cómo ambas fuerzas regeneran y transforman a los seres humanos.

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