En agosto del año pasado, un galón de gasolina exceptuada costaba en promedio $7.576, en Norte de Santander. Con la llegada del presidente Gustavo Petro a la Casa de Nariño, se ordenó un aumento consecutivo de $200 mensuales de octubre a diciembre, congelándose el precio del ACPM.
Sin embargo, a partir de enero, las alzas se mantuvieron y subieron a $400 por mes, por lo que en los últimos seis meses el combustible se ha incrementado en $1.800, por lo que en marzo un galón vale alrededor de $9.225, según la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG).
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Este año, el ACPM sí tuvo un leve aumento y pasó de $7.024, en diciembre, a $7.089, desde enero. El Ministerio de Hacienda destacó que se continúa con una política de estabilización de este hidrocarburo y, por tanto, el ingreso al productor fósil del ACPM fijado por el Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (FEPC) se redujo ligeramente para no impactar el precio del ACPM por el incremento del biodiésel.
Según el ministerio, Colombia sigue teniendo la gasolina y del diésel más baratos de América Latina por a la operación del FEPC y sin él, en lo corrido de 2023, los precios estuvieran $5.000 y $9.800 por encima del promedio vigente, respectivamente.
“El incremento del precio de la gasolina corriente pretende disminuir el impacto fiscal del FEPC sobre el Gobierno por la dinámica de los precios internacionales de los refinados, que han aumentado debido a factores internacionales, como el precio del petróleo y el nivel de riesgo global que afectó la tasa de cambio en el país”, precisó el ministerio.
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El economista Alexander Botello explicó que estos aumentos tienen efectos sobre los precios de miles de productos, principalmente de los alimentos que se transportan, porque suben los fletes, así como en el transporte el de pasajeros, lo que en últimas hará la vida un poco más costosa y perjudica en mayor medida a las familias pobres y vulnerables.
“El país, debe controlar la escalada de la inflación, para evitar la pérdida del poder adquisitivo de los colombianos y el aumento de la pobreza. Sin embargo en ese proceso se corre el riesgo o el posible costo de desacelerar la economía, que podría traducirse en probable pérdidas de empleos. Es un delicado equilibrio macroeconómico, responsabilidad del Banco de la República y el Gobierno”, recalcó.
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En el resto del país, el precio del galón de gasolina se ubica en promedio en $10.766. El ajuste de marzo no tuvo en cuenta a Nariño, teniendo en cuenta que vive una crisis económica por el derrumbe en la vía Panamericana que ha dificultado el transporte de combustible a esa región, por lo que el Gobierno acudió a Ecuador para abastecerla.
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