Los años de incertidumbre en la relación económica y política de Colombia con Venezuela, y el cierre fronterizo, han tenido una incidencia fuerte en la vocación productiva de Norte de Santander. Eso se evidencia en la Zona Franca de Cúcuta, que hoy cuenta con 17 usuarios, la mayoría de ellos industriales y no comerciales como sucedía anteriormente.
Este es uno de los puntos que busca aprovechar la Zona Franca del Quindío, para la promoción del parque industrial de la capital nortesantandereana.
Andrés Mauricio Vásquez Posada, gerente de la empresa del Eje Cafetero, que desde el pasado 27 de octubre opera y administra el inmueble, indicó que la idea es consolidar un plan maestro que proyecte el desarrollo del lugar durante muchos años.
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Precisamente, el directivo hizo un viaje reciente a China, en donde uno de los temas claves fue promocionar la Zona Franca de Cúcuta y aunque no hay nada concreto, especificó que la idea es gestionar. Hoy, hay tres empresas venezolanas y algunas del Eje Cafetero interesadas en hacer presencia en esta zona especial de negocios, pero como explicó Vásquez, se trata de un proceso en donde se tienen que evaluar muchos factores.
Antes de pensar en llenar la zona franca de usuarios, el objetivo principal de los nuevos administradores es garantizar que todas las condiciones se cumplan para que las empresas instaladas en el parque industrial desarrollen sus operaciones sin inconvenientes.
Para esto, lo más importante es solucionar los problemas existentes. “Recibimos una zona franca llena de problemas”, aseguró Vásquez haciendo referencia a las dificultades para el acceso a servicios públicos, especialmente el de agua potable, la deteriorada infraestructura y las limitaciones viales.
Los temas para solucionar en el futuro cercano son varios, los dos más importantes son: terminar de definir la relación con la Gobernación de Norte de Santander en las reuniones programadas para diciembre y que el Gobierno Nacional desembolse al departamento los $7.000 millones para invertir en la zona franca.
