Un Gran Malecón Metropolitano con intervención paisajística y el reverdecimiento de la ronda de los ríos Pamplonita y Táchira que recorrerá, en su primera fase, 15 kilómetros de vía entre Cúcuta y Los Patios, es una de las grandes propuestas de campaña de Juan Carlos García-Herreros, candidato a la Alcaldía por el Centro Democrático.

El empresario, que aspira a convertirse en el próximo alcalde de los cucuteños para el periodo 2024-2027, indica cómo pretende desarrollar dicha iniciativa que emula lo hecho en Barranquilla y Medellín, donde escenarios como este se han convertido en centros de desarrollo sostenible, de gran atractivo turístico.

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No es algo nuevo. García-Herreros sostiene que este es un proyecto adelantado, hace varios años, por un grupo de urbanistas cucuteños que pensaron en la idea de un malecón que abarcara desde la margen del río Táchira, en Villa del Rosario, hasta su unión con el río Pamplonita, al norte de Cúcuta, retornando por el sur hasta llegar a Los Patios, en el corregimiento de La Garita.

Su propuesta es hacer una transformación del área metropolitana, entre Cúcuta y Los Patios, con amueblamiento y movilidad, y consecuencia de estas dos, generar una reforma urbana privada para que, en adelante, también se beneficien el empresariado local.

Explica que su idea es, en un futuro cercano, intervenir el recorrido que va entre los puentes Rafael García-Herreros y Benito Hernández Bustos, en San Rafael, “con deseos de llegar a la altura de los cementerios, en Los Patios”.

El aspirante considera que el desarrollo de una siguiente fase dependerá  del flujo económico del municipio y otras fuentes de financiamiento distintas.

Más allá de lo que platea como un proyecto de desarrollo urbanístico, García-Herreros cree que podría generar un eje de desarrollo nuevo, moderno y competitivo para la ciudad, desde el punto de vista cultural, educativo, empresarial, social y deportivo que, además, generaría empleo y desarrollo sostenible.

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Aunque –admite- existe un proyecto general adelantado por algunos urbanistas de la ciudad, el suyo está siendo actualizado y “aterrizado”, gracias al trabajo de un equipo de arquitectos e ingenieros.

Los recursos

García-Herreros explica que el municipio cuenta con un ingreso de $200.000 millones anuales, de los cuáles $160.000 millones son de superávit, $35.000 millones del Sistema General de Participación para libre destinación y $5.000 millones por concepto de regalías.

Esto se traduce en $800.000 millones para el cuatrienio y una disposición de crédito de $350.000 millones, precisa.

“El municipio podría disponer de $500.000 millones para este malecón y buscar alianzas público-privadas, al igual que procurar la vinculación de la Gobernación y los recursos de la Nación que podamos conseguir, más los dineros  internacionales que puedan llegar por el mejoramiento ambiental de todo el corredor”, añade el aspirante uribista. 

Sanear primero los ríos

El arquitecto Frank Delgado Buendía, exasesor de la Financiera de Desarrollo Territorial S.A. (Findeter) para proyectos estratégicos de Norte de Santander, considera que aunque es un proyecto que se debe hacer en el municipio, ejecutarlo en cuatro años no es factible.

Opina que aunque las ciudades verdes y azules del futuro se deben planificar urbanísticamente alrededor del agua, primero se debe estructurar sobre “cómo se van a descontaminar los ríos Táchira y Pamplonita, porque no tendría sentido hacer grandes parques alrededor de aguas tan contaminadas como las actuales”.

Delgado sostiene que el contexto de Cúcuta es totalmente opuesto a Baranquilla o Medellín, empezando porque en la capital nortesantandereana apremian las necesidades y no se cuentan con los recursos.

“De los $1.6 billones de presupuesto anual aprobados en 2023 por el Concejo, solo el 14% es de libre destinación, de los cuales se debe cubrir el funcionamiento, el pago de la deuda pública y  de los pasivos y, al final, queda un restante menor que sí financia todos los proyectos nuevos del Plan de Desarrollo. Decir que el municipio dispondrá de $500.000 millones para un proyecto así es sencillamente irreal, ya que sería destinar casi el 60% de los recursos cuatrienales de libre destinación a un solo proyecto”, advierte el especialista.

La viabilidad de este tipo de proyecto –agrega- se encuentra a través de un financiamiento mixto donde confluyan los gobiernos local, departamental y nacional, junto con la cooperación internacional, créditos multilaterales, y una alta presencia de la inversión por parte del sector privado.

Finalmente, aclara que la intervención de 15 kilómetros “solo sería posible en un horizonte de tiempo de unos 20 o 30 años mediante un Plan Maestro, probablemente en unas cinco u ocho etapas. Los proyectos exitosos, como el caso del proyecto Parques del Río en Medellín, logran ejecutar entre uno y dos kilómetros por cuatrienio”, menciona. 

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