Una tragedia sin fin, un dolor permanente que arranca lágrimas y quita el sueño. Así pasan los días los familiares de Adrián Contreras García y José Armando Uzcátegui, dos adolescentes que desaparecieron el domingo 13 de junio, cuando salieron a un viaje de pesca desde el barrio El Progreso, en la ciudadela Juan Atalaya.
Desde entonces no hay rastro de ellos. Ambos cumplieron años y lejos de su familia.
El pasado domingo 27 de junio, en la humilde casa de tablas de José Armando lloraron como nunca su ausencia. Ese día no había razón para celebrar. Esa fecha especial para todos, en la que el hijo mayor cumplía sus 16 años, se hizo más fuerte el dolor.
La tristeza e incertidumbre también las viven en casa Adrián Contreras García, quien cumplió sus 18 años, el pasado lunes 21 de junio.
Han pasado 18 días y las autoridades no entregan razón alguna sobre el paradero de ellos, ni pistas de que la búsqueda avanza.
“Esto se ha convertido en una tortura psicológica y una tragedia. Uno sale a trabajar porque toca buscar para comer, pero el alma y el pensamiento están con mi hijo Armando. Es muy doloroso todo esto que estamos pasando”, dijo Argenis Uzcátegui, padre de José Armando.
La mamá de José Armando aún mantiene la fe de que su hijo está vivo, por eso no deja de verlo en sueños.
“Soñé que me decía ‘Salga mamá’ y lo vislumbre amarrado. También había hombres vestidos de verde. Este es un dolor muy grande. Nunca me había separado de mi hijo”, dijo María Edilia.
Mientras que Idda García, la mamá de Adrián, sigue atendiendo en la tienda, que le permite un sustento, pero en las noches solo los derriba el sueño o el cansancio.
“Extraño a mi hijo. Duermo en su cama junto con su papá y ahí nos apoyamos entre los dos”, dijo la madre.
Investigan
El general Óscar Moreno, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), aseguró que las investigaciones siguen sin embargo, no tienen elementos positivos.
“No tenemos la claridad de lo ocurrido. Estamos a la espera de la autorización de la Fiscalía para poder interrogar a las personas que se capturaron en su momento”, señaló el alto mando policial.
La desaparición
El domingo 13 de junio, en horas de la mañana, cinco amigos salieron en tres motocicletas rumbo a un viaje de pesca. Adrián y José Armando iban a bordo de uno de los vehículos.
Las tres motocicletas tomaron la ruta por el sector de ‘La Cueva de los Micos’ y transitando por ahí, un grupo de hombres armados a bordo de una camioneta Toyota, de color vino tinto, y de placas venezolanas, les salió al paso.
“Los hombres armados se hicieron pasar por integrantes de la disidencia de las Farc para intimidar a los jóvenes y así hacerlos bajar de las motocicletas, los obligaron a internarse en zona rural y, luego, en un punto los amordazaron y maltrataron”, dijo una fuente a La Opinión.
Según el relato de los hechos, cuando los jóvenes estaban en el punto de retención, uno logró zafarse y huyó del lugar.
Fue a las 9:00 de la mañana del lunes festivo, 14 de junio, que la denuncia llegó a las oficinas del Gaula de la Policía Metropolitana de Cúcuta, quienes de inmediato armaron todo un operativo para ir en busca de los presuntos delincuentes.
Cuando los uniformados llegaron al lugar señalado, encontraron en la vía a otro de los jóvenes y le prestaron los primeros auxilios, porque presentaba signos de maltrato y estaba en una crisis nerviosa.
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