Mientras los familiares de la menor de edad que fue asesinada por su mamá Kimberly Liseth Monaga Carrillo ayer cumplían las honras fúnebres en medio de lágrimas y envueltos en la tristeza, tras la repudiable muerte de la pequeña, se conoció que la mamá fue enviada a una valoración siquiátrica.

La situación judicial de Monaga se interrumpió hasta que sea valorada en el Hospital Mental Rudesindo Soto, para determinar si realmente sufre de trastornos mentales. Luego de que fuera legalizada la captura por homicidio, el juez determinó enviar a la detenida a este centro mental.

Al conocer la valoración, Kimberly Liseth deberá ser escuchada nuevamente en los estrados judiciales, para definir la imputación de cargos y la audiencia de medida de aseguramiento.

El médico siquiatra y director general del Centro de Investigaciones del Sistema Nervioso (CISNE), Rodrigo Córdoba, aseguró que dicho comportamiento que conllevó a esta madre a atentar contra la vida de su hija, de 3 años, pudo haberse evitado si la enfermedad hubiese sido tratada a tiempo. “La gente asocia muchas veces los trastornos mentales como cambios de conducta o de personalidad, más no reconocen que es una enfermedad que mientras está en su curso, puede dejar estos desenlaces tan dolorosos”, dijo Córdoba.

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Según el experto, tras varios estudios que se han adelantado, han evidenciado que las personas con enfermedades mentales tardan hasta 2 años en reconocer lo que padecen, así también como sus familiares, que ignoran los síntomas y no piden ayuda a tiempo.

“Es importante que se disminuya el mal estigma de la enfermedad mental, que hoy es más común que una enfermedad física que incide en la calidad de vida”, agregó.

Por su parte, Diana Carolina Ortiz Cáceres, magister en sicología clínica y docente de la Universidad Simón Bolívar, dio a conocer algunos síntomas por los que se debe generar una alerta. “Las personas cuando tienen dificultades en el sueño, tienen un lenguaje equivocado y cuando trasmiten ideas que no son coherentes, son signos de alerta importantes. Así también como querer estar aisladas, falta de apetito, no quieren contacto con nadie y se irritan repentinamente”, dijo la sicóloga.