Una fuerte conflagración en un centro comercial, ubicado en la avenida 7 entre calles 11 y 12, del centro de Cúcuta, ocasionado, al parecer por un cortocircuito, dejó en vilo a una veintena de comerciantes que tuvo que buscar en medio de evidentes gestos de tristeza, entre las cenizas y el agua, los rastros de su mercancía.
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El incendio alcanzó a 20 locales de venta de ropa y calzado, la noche del viernes. El cuerpo de Bomberos necesitó de al menos seis máquinas para controlar la emergencia, por la cantidad de telas, cuero, plásticos y cartón que había en estos establecimientos comerciales.
Durante cuatro horas se extendieron las labores de los bomberos, buscando controlar las llamas que amenazaban con afectar a otros locales vecinos.
La teniente Yolibeth Mejías, comandante del Cuerpo de Bomberos, aseguró que desde las 6:30 de la tarde llegaron al lugar del hecho, superando algunas dificultades para evitar que el incendio siguiera propagándose.
Frustración y tristeza
En los rostros de los comerciantes que volvieron la mañana de ayer al lugar, era evidente la frustración, el desespero y el desconsuelo que les causó el hecho, pues la mayoría invirtió todos los ahorros que tenía en las vísperas de la época decembrina.
“Teníamos tres locales unidos vendiendo prendas de vestir, yo era dueña de uno y había otros dos más. Acabábamos de surtir con cerca de 100 millones de pesos para diciembre, hasta tenemos las facturas, y ahora ver cómo todo se perdió, es el trabajo de una vida consumido en las llamas”, dijo Vanesa Ramone, en medio de lágrimas.
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Entre la oscuridad del lugar, por el crítico daño que sufrió el sistema eléctrico en el incendio, unos afectados alumbraban con linternas sus locales, mientras otros limpiaban escombros y contaban la mercancía que logró salvarse del fuego, sin embargo el agua y el humo también dañaron parte de lo que no se quemó.
“Esto es como volver a nacer, así es que vemos el incendio, toca empezar de cero. Volver a comprar mercancía y verificar que la que se salvó todavía sirva, porque el humo en exceso también daña las telas, y el agua ni se diga. Pero qué más, a estas situaciones solo queda afrontarlas”, aseguró otro comerciante mientras observaba varias prendas dañadas de su local.
Y con esa idea en mente, líderes del centro comercial alzaron su voz con pancartas, micrófonos y alcancías para pedir la colaboración a los transeúntes, conductores, establecimientos y varios gremios de la ciudad, pues hasta el cierre de esta edición, ninguna entidad gubernamental se había acercado a conocer la situación de los locales afectados.
“No ha llegado ni la Alcaldía de Cúcuta, ni la Gobernación, ni siquiera la Secretaría de Gestión de Riesgo que tendría que haber venido hace varias horas. Lo que necesitamos son ayudas, nosotros año tras año pagamos impuestos, cómo es posible que todavía no haya reporte por parte de estas entidades, hay muchos comerciantes que perdieron millones en mercancías”, dijo una de las organizadoras de la iniciativa.
De igual forma, varios comerciantes insistieron en que es necesario tener el apoyo de estas entidades para recuperar un porcentaje de lo que perdieron.
Según el Cuerpo de Bomberos, cinco locales terminaron en pérdida total, otros 16 tuvieron pérdidas parciales, y el centro comercial recibió fuertes afectaciones en su infraestructura por el humo, la radiación y las altas temperaturas.
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