La venezolana Yohana Carolina Camargo Zapata, de 30 años, quien fue baleada la tarde del sábado 21 de diciembre del año pasado, en la avenida 7E con calle 1 del barrio Quinta Oriental, no resistió más y murió luego de 56 días.
La noche del pasado domingo se conoció sobre su fallecimiento en el Hospital Erasmo Meoz.
Esa tarde del sábado 21, cuando el pistolero que atacó a balazos a Camargo, arribó hasta la casa donde ella llevaba viviendo una semana, en compañía de dos mujeres más, se bajó de una motocicleta Suzuki GN 125 y tocó a la puerta, preguntando por la ‘mona’.
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Según se conoció, en ese momento hubo dos versiones de cómo iba vestido el homicida; una de ellas indica que tenía puesta una camisa manga larga de rayas, y la otra que llevaba un uniforme de chef con pañoleta azul. Pero, al llegar a buscar a la víctima tenía en una de sus manos un ramo de flores.
“Primero salió una mujer a abrir la puerta y el sospechoso preguntó por la ‘monita’ y que debía entregarle personalmente las flores, entonces fueron a llamarla. Cuando ella salió, le dijo que ahí le mandaban y de una vez sacó el arma y le disparó en al menos cuatro oportunidades, impactándola una vez en el cuello”, dijo un testigo.
Camargo cayó al piso, mientras botaba chorros de sangre y junto a ella quedó el ramo.
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Mientras tanto sus compañeras gritaron y pidieron auxilio para que la llevaran a un centro médico. El pistolero regresó a su moto y huyó con rumbo desconocido.
Uniformados de la Mecuc arribaron a la escena y encontraron a Camargo sin que nadie la auxiliara, entonces uno de los policías se atravesó en la carretera, sacó su arma y le exigió a un conductor que trasladara a la mujer herida a un centro médico, así lo contó un vecino en ese momento.