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Judicial
Por cobrar una extorsión, primera hipótesis de homicidio en San Gerardo
Estifen Gabriel Gil Azuaje, de 18 años, recibió un tiro en el cuello y otro en la mano.
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Martes, 10 de Marzo de 2020

Los familiares del venezolano Estifen Gabriel Gil Azuaje, de 18 años, no se explican que pudo suceder con su ser querido, quien terminó muerto el pasado sábado en el barrio San Gerardo de Cúcuta.

Según una hermana del extranjero, desde hacía un año su ser querido dejó su natal Valencia (Venezuela) y se radicó en Bogotá como barbero, pero justo la semana pasada estaba en Cúcuta porque había quedado en regresar a visitar a su mamá.

“Él habló con la mamá a las 10:00 de la noche y el sábado apareció muerto. No sabemos qué ocurrió. Solo supimos que no llegó y que había muerto por que lo reconocimos por la publicación de la descripción de los tatuajes que tenía”, contó la familiar.

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Según la pariente, Estifen envió un video a su mamá, donde se le notó alegre y dichoso porque iba a encontrarse con ella después de un año lejos. 

“Le decía que la extrañaba mucho. Le enviaba besos. Le decía que la amaba. En general estaba muy feliz, el jueves había estado en piscina con otro amigo”, añadió la hermana.

Según se pudo conocer, ningún familiar conocía de problemas o amenazas.

La muerte

El sábado muy temprano, en el barrio San Gerardo una llamada daba cuenta de un hombre que estaba sangrando en el suelo. Eran las 5:40 de la mañana cuando llegó la primera patrulla evidenciando el cuerpo sin vida en la parte alta de dicho barrio, cercano a la cárcel de Cúcuta.

En el lugar, hallaron una vainilla calibre 32 milímetros a 12 metros de distancia del cuerpo, que quedó tendido en la parte trasera de una vivienda desocupada y frente a una tienda.

La víctima, que recibió un tiro en el cuello y otro en la mano. El cuerpo tenía un tatuaje en el antebrazo derecho de una brújula con los nombres Anderson y Neyra y otro de un rosario en el cuello.

Ese día, un residente señaló que escuchó los tiros. 

“No salí a mirar, luego vimos cuando llegó la Policía. Esa persona  (occiso) no era del barrio”. 

Parte oficial

El coronel José Luis Palomino, comandante de la Mecuc, aseguró que este es un caso de mucho cuidado en la investigación. “Sabemos que hubo una discusión antes de la muerte. Estamos determinando los móviles del hecho; tenemos información que la víctima estaba cobrando algún dinero producto de extorsión”.

Por ahora, hay una persona sospechosa del crimen.

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