Lo que algunos allegados siempre creyeron que podía pasar y hasta instaron a Sandra Milena Vera González, para que no siguiera con su pareja sentimental y lo denunciara, terminó siendo una realidad: su esposo la mató en medio de una discusión.

“Eso fue una muerte anunciada”. Así describieron varias personas, ayer, el trágico desenlace de las constantes peleas que la mujer, de 40 años, siempre tuvo que soportarle a su esposo, Juan Alfredo Beltrán Beltrán, de 50.

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Según se conoció, las discusiones y las amenazas, que incluían intimidaciones con una pistola, finalmente terminaron haciéndose realidad, ayer en la mañana, cuando Beltrán accionó el arma en dos oportunidades contra la mujer que lo acompañó  durante 17 años.

“Siempre que discutían, él la amenazaba con la pistola. Incluso, al hijo mayor de ella, que no es de él, también lo amenazó con el arma y lo echó de la casa un tiempo”, aseguró una persona allegada a la víctima.

En esa oportunidad, la mujer habría decidido separarse de Juan Alfredo, pero él la buscó insistentemente y la hizo regresar a su hogar bajo amenazas, “pues ella me contó que no quería volver, pero él la obligó”, señaló una amiga de Sandra Milena.

Sin embargo, por temor a la violencia de su esposo, ella no había denunciado ante la Fiscalía todo ese ‘infierno’ que vivía a su lado.

Momentos de angustia y rabia

Ayer, lamentablemente, el comportamiento violento de Beltrán pasó de la discusión y amenazas, al homicidio. El hombre sacó su arma y le disparó a Sandra Milena. A pesar de que su hijo la llevó rápidamente a una clínica y los médicos la sometieron a una cirugía, no pudieron salvarle la vida.

Mientras los galenos intentaban salvar a Vera González, afuera del centro médico el ambiente era tensionante, porque el hijo mayor de la mujer le reclamaba con furia al agresor.

“El joven se untó las manos de sangre y se la pasaba a ese señor por la cara y le decía que esa era la sangre de la mamá, que lo odiaba”, dijo un testigo.

Un policía que estaba en la clínica, se percató de la llegada de la camioneta blanca marca Toyota TXL, de placas MIS 971, de la que descendieron los dos hijos de la víctima, pidiendo angustiosamente que ayudaran a su mamá, pues estaba agonizante.

En el vehículo también venía Juan Beltrán, quien se bajó tranquilamente. El uniformado, al ver lo que sucedía, se acercó y verificó qué estaba pasando.

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Según se conoció, el mismo hijo de la víctima le indicó al policía que Beltrán estaba armado, por lo que de inmediato, el uniformado se le acercó y le pidió la pistola y los documentos. El uniformado lo detuvo y fue trasladado en una patrulla a la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía, para dejarlo a disposición de las autoridades competentes.

“Inicialmente se detuvo por homicidio, pero se están recopilando las versiones de los familiares para verificar si se trata de un feminicidio”, dijo una fuente judicial que arribó al centro médico.

La tragedia

Las autoridades conocieron que ayer la pareja asistió a un gimnasio, como acostumbraba, y cuando retornaba a su vivienda, ubicada en un conjunto residencial por la avenida Los Libertadores, se inició una fuerte discusión que terminó en el fatal desenlace.

Según versiones de allegados, los esposos entraron al conjunto residencial y el agresor estacionó la camioneta frente a la residencia, cuando de repente se oyeron los dos disparos que recibió la mujer en la cabeza y el pecho.

“Los hijos salieron a mirar qué había pasado y la vieron herida, por lo que de inmediato la trajeron en la camioneta, junto con Beltrán, a la clínica”, explicó una fuente judicial.

Al lugar arribaron más unidades de la Policía Metropolitana de Cúcuta para avanzar en las pesquisas y posteriormente llegaron los miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho), que se encargaron de la inspección de la camioneta y del levantamiento del cadáver.

Los investigadores hallaron una vainilla y un proyectil al interior del vehículo, que fueron aportados a las pesquisas del hecho.

Cuando se conoció la noticia de la muerte de Vera González, los gestos de dolor del hijo menor de la mujer fueron evidentes e inconsolables.

“Para él (hijo) es difícil comentarles a los demás familiares por teléfono que el papá fue el que le disparó a su mamá, es una tragedia lo que se está viviendo”, dijo una allegada a la familia.

Algunas de las personas que conocen la historia de la familia contaron ayer que el menor de edad fue convocado a la Selección Colombia Sub 15 de fútbol, por lo que en los planes de la familia estaba radicarse en Medellín, para apoyar a su hijo.

Los investigadores también se enteraron de que Juan Alfredo Beltrán duró un par de semanas en la Unidad de Cuidados Intensivos de una clínica porque tuvo COVID-19. Irónicamente, en ese momento de dificultad su esposa estuvo siempre a su lado, mientras se recuperaba.

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La última foto

El sábado 11 de septiembre, Sandra Vera publicó una fotografía en una red social, mientras celebraban en un restaurante el cumpleaños de su asesino. En la imagen se ven distantes, sin reflejar alegría, acompañados de tres mujeres más.

Las autoridades avanzan en las investigaciones para fortalecer la investigación del hecho y que el homicida pueda ser procesado penalmente por feminicidio. Al cierre de esta edición, el hombre permanecía en el Búnker de la Fiscalía a la espera de las audiencias concentradas.

Según se conoció, Juan Alfredo Beltrán se dedicaba a la compra venta de bienes inmuebles.

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