El venezolano Jesús Alberto Mora Ramírez, de 54 años, terminó muerto dentro de su vehículo mientras hacía una fila para echar gasolina, en su país.
Según se pudo conocer, Mora Ramírez se acercó a la estación de servicios, ubicada en Río Blanco, y a unos 100 metros, en la avenida Los Aviadores, del estado Aragua y se instaló en la fila de espera con su camioneta Tucson de color plata, de placa DBT70Z.
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Según el periódico La Nación, del vecino país, el cuerpo de Mora Ramírez quedó detrás del volante, y su muerte se había producido al inhalar gases tóxicos tras quedarse dormido.
El cadáver quedó dentro de la camioneta, recostado hacia la puerta y cuando los demás conductores notaron que la camioneta no avanzaba, decidieron percatarse de lo ocurrido con el conductor y ahí lo vieron sin responder a ningún llamado. De inmediato alertaron a las autoridades.
Otros medios venezolanos aseguraron que todo habría ocurrido por un posible infarto.
Levantamiento
La escena del hecho se llenó de policías y curiosos. Luego, se hicieron presentes miembros del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de Maracay.
Tras la inspección del vehículo y el levantamiento, las autoridades trasladaron el cuerpo hasta la morgue de esa ciudad, donde a través de la autopsia, esperan que se determine la causa real de la muerte.