Tímido, discreto, sencillo y bajo perfil, así se describe Diego Armando Murgas Herrera “D.A.M.H.”, un cantante de pop cucuteño quien venció el temor de cantar frente al público y hoy se destaca en la escena musical de la capital nortesantandereana.
Desde los 5 años Diego demostró habilidades para la música. Su padre, quien le inculcó la pasión por la misma, lo llevó a cantar al coro de la Iglesia Centro Cristiano y lo inscribió en clases de batería.
No obstante, Diego le huía al deseo de convertirse en artista debido al pánico escénico que le generaba estar delante de una tarima, lo que de alguna forma causó un retraso en su lanzamiento hacia el mundo de la música.
A los 14 años Diego aprendió a tocar piano y posteriormente a los 17 ingresó a la academia de música Elite School DJ, con el objetivo de aprender sobre la producción musical e “imitar” a referentes en su adolescencia como Bruno Mars, Justin Bieber y David Bisbal.
A pesar del miedo al público, Diego decidió iniciar su carrera como músico y se convirtió en D.A.M.H.
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Empezó colaborando en las canciones de sus amigos, pero menciona que luego de varios meses se preguntó, “realmente quiero continuar siendo el complemento de mis amigos o ser yo la cara visible de algo, cosa que siempre había anhelado”.
Una de las razones por las que se inclinó por el Pop fue que además de ser su género favorito, en Cúcuta hay más artistas que hacen Reggaetón y Trap.
Apoyo incondicional
El músico señala que el apoyo de los padres es fundamental para el desarrollo del artista. “Vivo con mi madre y ella siempre me apoyó desde el primer momento, tanto en dinero como en publicidades” dijo.
A su vez, consiguieron que una de sus canciones sonara en una radio del Huila, algo de lo que estará agradecido el artista toda la vida.
No obstante, a pesar de que el músico poco a poco se ha venido consolidado en la escena urbana de la ciudad, indica que a veces los artistas tienden a desmeritarse o menospreciarse por no tener las visualizaciones o los números que les gustarían.
Otro posible factor que influye en la “frustración” de los artistas cucuteños es a causa de que la ciudad casi no cuenta con los espacios para que músicos, cantantes y artistas se den a conocer.
Su música
El método de composición de sus casi 30 canciones son basadas en experiencias personales, pues la mayoría son de amor o desamor.
Para el artista es difícil elegir cuál es su canción predilecta, pues “este año tengo el corazón dividido con ‘terminé mi álbum remix’ y ‘suanfonson’, ya que son dos canciones que este año tuvieron una aceptación increíble por parte del público”.
Pese a esto, junto a sus compañeros de música (y de vida en cierto modo) Leoondres y Omaflex han recorrido las ciudades más importantes del país realizando presentaciones. “Hemos tenido muy buena recepción por parte del público” afirmó el artista.
Uno de los momentos más significativos de la carrera de D.A.M.H. fue durante la gala de los premios “Vive Nuestra Música”.
Allí junto con Leoondres y Chommy cantaron para todo el Teatro Zulima, y el auditorio, repleto de los mejores artistas del departamento se llenó de aplausos una vez acabó su intervención musical.
Las metas de D.A.M.H. son crear una comunidad de artistas de la región para que “el nombre de Cúcuta sobresalga y la gente empiece a mirar más para acá”, a su vez, seguir creciendo en números, popularidad y formación musical.
Redacción: Nicolás Mojica / Practicante de periodismo
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