Cuatro migrantes originarios de África subsahariana murieron y otros 51 desaparecieron tras un naufragio el pasado fin de semana frente a las costas tunecinas, cerca de Sfax, foco de emigración clandestina hacia Europa, afirmaron fuentes judiciales este lunes.
"Cuatro cuerpos fueron sacados del agua, dos migrantes fueron salvados y 51 siguen desaparecidos", declaró a AFP Faouzi Masmoudi, portavoz del tribunal de Sfax (centro-este).
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En la precaria embarcación que partió de una playa al norte de Sfáx y naufragó cerca de las islas Querquenes, se hallaban 57 migrantes, según el testimonio de los rescatados.
Los guardacostas continúan la búsqueda de supervivientes, según el portavoz.
Del 1 de enero al 20 de julio, 901 cuerpos de migrantes, en su mayoría procedentes de África subsahariana, fueron encontrados frente a las costas de Túnez.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el mediterráneo central, entre África del norte e Italia, es la ruta migratoria más peligrosa del mundo, con más de 20.000 muertos desde 2014.
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La salida de migrantes de África subsahariana se aceleró tras un discurso, el 21 de febrero, del presidente Kais Saied, en el que denunció la llegada de "hordas de clandestinos" venidos, según él, para "cambiar el equilibrio demográfico" del país.
Tras la muerte, el 3 de julio, de un tunecino en una pelea entre migrantes y habitantes locales, al menos 2.000 africanos fueron abandonados por la policía tunecina en las zonas desérticas cerca de la frontera con Libia y Argelia, según nuevos datos comunicados por una fuente humanitaria.
Al menos 25 murieron en el desierto libio-tunecino desde prinicipios de julio, según la última evaluación de fuentes humanitarias.
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