El fundador de la Banda Juvenil de Ocaña, Martín Navarro Quintero, cumple 40 años en la música. En la Provincia es conocido por su talento musical, el mismo que ha compartido con niños y jóvenes que diariamente acuden a recibir sus clases.
De niño, trabajaba en un taller y su patrón le pidió comprar una segueta en la plaza de mercado, dándole cinco pesos. Navarro, como todo niño salió corriendo y por el camino pasó por el Instituto de Bellas Artes y se quedó fascinado con las melodías que salían de la antigua casona.
Él, entró y preguntó que debía hacer para estudiar música y le dijeron que la matricula costaba cinco pesos. Entusiasmado por aprender a tocar un instrumento, entregó la plata con la que debía comprar la herramienta y se marchó para el taller.
En el camino pensó qué decir y con lágrimas afirmó que se le habían perdido. El jefe le dijo que se quedaría sin sueldo para reponer el dinero.
Ese hecho le abrió puertas en el mundo del arte. La mentira de niño le significó un camino de éxitos musicales y la enseñanza a más de 1.500 menores que como él sueñan con tocar instrumentos.
“Estoy escribiendo un libro con todas las anécdotas, alegrías y tristezas de este oficio. Siento una felicidad al ver en todos los rincones de Colombia a niños y jóvenes que pasaron por la escuela. Muchos vienen a saludarme y ese es el mejor regalo para el alma”.
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Padrino musical
En el Complejo Histórico de San Francisco, en las mañanas y en las tardes, el maestro Navarro dicta clases. Él, se describe como un incansable de la enseñanza musical y de su bolsillo saca monedas para que los menores más pobres se regresen a sus casas seguros, pues ve en ellos un reflejo de sus inicios.
“La escuela de formación es una familia y muchos de mis alumnos son ahijados. Soy padrino de 165 estudiantes”, asegura Navarro sonriente.
Por su gran labor en diciembre de 2018, su vida y obra fue exaltada por la Alcaldía de Ocaña. Al acto asistieron los 200 estudiantes que actualmente maneja, quienes le ofrecieron un concierto.
Las retretas que disfrutan los ocañeros los fines de semana en el parque 29 de Mayo, son coordinadas por Navarro. En ellas aprovecha para que sus estudiantes se den a conocer y venzan el temor al público.
Los instrumentos que más disfruta tocar Navarro son la tuba y el saxofón alto, más melódico según el formador.
“Estoy convencido de que el arte cambia la vida de las personas y es un medio para que hombres y mujeres sean más felices. La música es una aliada de la sociedad y deseo que día a día los programas de formación que se ofertan desde el municipio se fortalezcan”.
Pule el talento ocañero
La Banda Juvenil de Ocaña se creó en 1979, como iniciativa de un grupo de jóvenes amigos liderados por Navarro que disfrutaban dando serenatas a las mamás.
“Hemos tenido el honor de recorrer diferentes municipios colombianos, en donde el folclor de Norte de Santander ha sido admirado. Recientemente los hemos Minorta fueron exaltados en Cali y en Bogotá, lo cual motiva a seguir estimulando el amor por la música”, dijo Navarro.
La mayoría de los estudiantes ingresan de 8 años y se retiran cuando salen del colegio y se van a otra ciudad a cursar estudios universitarios.
Actualmente y por clase se tiene un máximo de 20 estudiantes, quienes se convierten en el relevo generacional.
“Son 40 años de estar inmerso en la música. Disfruto tocar instrumentos y pulir el talento de decenas de niños y de jóvenes que se sienten atraídos por las melodías. Siento alegría cuando observo a los estudiantes triunfar en el país”.
