Debido a los vendedores informales y las construcciones que se adelantan de manera irregular, se realizarán controles permanentes para recuperar el espacio público del Santuario del Agua de la Virgen, en Ocaña.

Los vecinos del sector hicieron pública su queja por la evidente “apropiación de espacios que son del municipio y para el municipio”.

“La misma comunidad  denunció una construcción frente a la escalinata que conduce hacia el santuario”, dijo Elio Ignacio Barrera Quintero, coordinador de la oficina del espacio público.

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Por ello, las autoridades competentes fueron hasta el lugar a advertir que no se podía ejecutar la obra, porque esos terrenos pertenecen a la diócesis católica de Ocaña, explicó Barrera.

Según las quejas, esa construcción era para hacer una caseta para vender comida a la entrada del santuario.

“Ni los vecinos ni el sacerdote permiten que los vendedores informales levanten carpas o se adueñen de este espacio”, puntualizó Barrera.

Es por esto que se iniciaron controles para la recuperación de este espacio que está destinado para hacer una plazoleta, para ubicar a los vendedores informales que se encuentran a los alrededores del santuario, señaló el funcionario.

Asimismo, los vendedores recibirán capacitaciones en manipulación de alimentos y servicio el cliente. Esta iniciativa fue recibida positivamente por los vendedores. 

La Coordinación de Turismo, la Secretaría de Desarrollo Económico y la Diócesis coordinarán la adecuación del lote donde ubicarán a los vendedores que se hacían antes en el santuario.

Otra de las iniciativas es recuperar la casona de la familia de Cristóbal Melo, con el fin de embellecer este punto turístico de la región.

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El párroco de la catedral de Santa Ana, Jairo López, manifestó que se está adelantando un  proceso para organizar el lugar de peregrinación que contará con la participación de artesanos y vendedores.

“El objetivo es brindar espacios adecuados para todos”, indicó el secretario de Gobierno, Juan Pablo Bacca Manzano.

El santuario, es  un lugar religioso, en el que ocañeros y turistas veneran a la Virgen de Torcoroma.

Hasta la fecha, los operativos han dejado buenos resultados.