La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Ocaña
Sandy Guerrero, hombre con alma vegetal
El ocañero y su familia reforestan en la provincia. 
Image
La opinión
La Opinión
Domingo, 18 de Noviembre de 2018

Es conocido como el líder de una familia con alma vegetal y la obra que ejecutan en Ocaña los llevó a crear la Fundación Corazón Verde, desde la que Sandy Guerrero promueve la reforestación de zonas que han sido taladas en el municipio y en la Provincia.

En los tiempos libres, sin importar el día o la hora, Guerrero junto con su esposa Katia Julieth Ropero Gómez y sus hijas Katalina y Karen; sale a parques, avenidas, zonas de alto riesgo, bosques y escenarios deportivos, con la misión de repoblar con árboles frutales y nativos.

A la causa se unió el hermano de Guerrero, Yesid, quien también está inculcando el espíritu de la conservación en sus hijos Santiago, Salome e Isabela.

Reuniendo fondos familiares impulsan brigadas para plantar, llegando también hasta las rondas de los ríos, pues reconocen que los árboles son estratégicos como retenedores de agua y aportan al equilibrio y regulación hídrica.

En los cinco años que tienen de convivir con la naturaleza, han plantado más de 3.500 árboles. “No plantamos por plantar, investigamos sobre las especies y nos asesoramos para escoger las indicadas para estar en cada espacio”, dijo Guerrero.

Los inicios de Corazón Verde estuvieron ligados a un paseo que hizo la familia de Guerrero al río Algodonal, quedando abrumados con la cantidad de basuras, el bajo caudal y la tala en la zona.

“Empezamos a ir todos los fines de semana a limpiar y plantar árboles, encontrando apoyo en algunos vecinos que se han comprometido en el cuidado de las especies, lo cual nos motiva a seguir porque la meta del proyecto que la ciudadanía se empodere de los recursos naturales, por tanto los árboles son el alma de la Tierra”, dijo Guerrero.

Curiosamente, la familia se les ingenia para distribuirse áreas y recorrer los pasos que han dado, haciendo podas, regando, eliminando maleza y poniendo encerramientos a los árboles para que crezcan sanos.

Para ayudar al crecimiento sano del árbol, hacen cercas y las ubican estratégicamente.

Le puede intereresar En Ocaña un mecánico hace arte con tuercas

En la misión de repoblar las zonas con deforestación, se han encontrado con hechos como la falta de cultura ciudadana. “Muchos de los árboles han sido pisados, otros los arrancan y se los llevan, el ganado se los come. En esos puntos volvemos a plantar, ponemos una cerca y tratamos de comprometer a un vecino para que se convierta en padrino”.

Así, dando una lección de coexistencia con la naturaleza y empoderamos de su terruño, vive la familia Guerrero en Ocaña.

La misión altruista que emprendieron merece ser replicada en otras regiones, donde las cifras de deforestación son alarmantes.

Para Guerrero, todo ser humano debe preguntarse por el futuro que quiere para sus hijos.

Temas del Día