A través de un comunicado de prensa, la Asamblea de Norte de Santander rechazó “enfáticamente las infundadas versiones” que circulan a través de redes sociales sobre el diputado Juan Carlos García-Herreros, que lo señalan de ser el propietario del concesionario que vendió la camioneta que explotó la semana anterior en la Brigada 30, del Ejército Nacional, en Cúcuta.
“Quienes conocemos al diputado García-Herreros, podemos dar fe de su ejemplar y transparente comportamiento como hombre de empresa, creando riqueza y generando empleo, como hombre público, ocupando actualmente una curul en la Duma Departamental y como ciudadano respetuoso del ordenamiento jurídico”, se lee en el comunicado de la Asamblea.
Las versiones a las que se refieren desde la Asamblea nacieron el pasado jueves, dos días después del atentado, desde la cuenta de Twitter del periodista Gonzalo Guillén, quien relacionó al actual diputado con el concesionario que vendió el vehículo que explotó
“La concesionaria Toyota de Cúcuta que tres días antes vendió por más de $200 millones la camioneta usada en el atentado molecular disipado de Cúcuta es propiedad del ilustre excandidato uribista a la gobernación de Norte de Santander Juan Carlos García Herreros”, escribió Guillén.
Y aunque García Herreros emitió ese mismo día un comunicado aclarando que nada tenía que ver con el vehículo, que eso se podía constatar a través del Registro Único Nacional de Tránsito (Runt), por lo que adelantaría acciones judiciales ante tales aseveraciones, Guillén se mantuvo en su posición de señalar que el hoy diputado vendió la camioneta y es propietario del concesionario.
Ante estas aseveraciones del periodista, las capturas de pantalla de las dos publicaciones en Twitter siguen circulando en redes sociales, acompañadas de otros comentarios, por lo que la Asamblea sostiene que “estas aseveraciones, carentes de veracidad y fruto de la ligereza, empañan el buen nombre logrado por el doctor García-Herreros durante toda su existencia y pueden, incluso, poner en peligro su integridad física”.
Finalmente, desde la Duma Departamental, se exigió la pronta rectificación “a todos aquellos que difundieron estas falaces publicaciones que en nada contribuyen al anhelado logro de la Paz en Colombia”.
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