La distancia que desde un principio marcó el exvicepresidente Germán Vargas Lleras con el proceso de paz y que después su partido, Cambio Radical, hizo evidente en el Congreso, al poner trabas a varios de los proyectos que implementan el acuerdo de La Habana, terminó por poner fin a la luna de miel entre esta colectividad y el Gobierno.

Los reparos por parte de algunos integrantes del partido hacia la ley estatutaria que reglamenta la Jurisdicción Especial para la Paz y la posterior decisión de no votar el proyecto, además del malestar que generó las supuestas presiones del Ejecutivo para garantizar el acompañamiento a esta norma que ha sido considerada la columna vertebral de lo pactado, propiciaron el divorcio que, sin embargo, desde hacía varios meses se veía venir.

La decisión quedó materializada este martes con la aceptación de la renuncia, por parte del presidente Juan Manuel Santos, al ministro de Vivienda, Jaime Pumarejo, quien apenas cumple dos meses en el gabinete.

“Con gallardía y sentido patriótico él puso a consideración del presidente su renuncia y el presidente Santos ha tomado la decisión, con tristeza, de aceptarla. Con esto, Cambio Radical se retira del gabinete ministerial y de la coalición de Gobierno”, aseguró el secretario general de la Presidencia, Alfonso Prada.

Aunque el titular de la cartera de Ambiente, Luis Gilberto Murillo, quien también era considerado una cuota burocrática de Germán Vargas Lleras, presentó igualmente su dimisión, esta no le fue aceptada por parte del jefe de Estado.

Según Prada, Cambio Radical solo estaba representado por Pumarejo en el gabinete , “porque el ministro de Ambiente no representa desde hace tiempo políticamente al exvicepresidente Vargas Lleras”.

Primero la paz

Si bien Juan Manuel Santos había evitado entrar en confrontación con los partidos de la Unidad Nacional por su proceder frente al acuerdo de paz con las Farc, en esta oportunidad, cuando lo pactado en La Habana afronta serios problemas para lograr la aprobación del Congreso, el mandatario decidió poner por encima su principal bandera de Gobierno.

“Esto no tiene otra explicación diferente a que, claramente, la política más importante para el Gobierno ha sido la de consolidar el proceso de paz y ha habido un distanciamiento frente a ese objetivo fundamental que seguiremos persiguiendo hasta el último día como lo ha dicho el presidente”, explicó el secretario General.

La salida de Cambio Radical del Gobierno obligaría también a que algunos viceministros, superintendentes y directores de algunas entidades como el Bienestar Familiar, que están a nombre de dicha colectividad, tengan que renunciar, aunque no se descarta que puedan seguir, pero de manera personal y no representando los intereses del ‘vargallerismo’.

Mantendrán las críticas

Tras confirmarse la salida de Cambio Radical del gabinete ministerial y por ende de la llamada Unidad Nacional, el presidente de la Cámara de Representantes, Rodrigo Lara, quien ha cazado una fuerte pelea con el ministro del Interior por los proyectos de paz, reiteró que si ser deliberante y controvertir al Gobierno sobre algunos temas implica que se tengan ir de la coalición, así lo harán.

“Cambio Radical no tiene puestos y antepusimos el interés del país sobre los puestos en el Gobierno. Si ese es el costo de discrepar para que las Farc no mantengan sus testaferros y muchas cosas más, pues que renuncien los ministros”, sostuvo, al tiempo que aseguró que asumirán sin problema alguno su llegada a la oposición.

El Gobierno, por su parte, confía en que la salida de este aliado no les restará peso a las mayorías para la aprobación de la agenda que resta para la implementación del acuerdo de paz.