Llegó la hora cero en el uribismo. Este lunes el Centro Democrático, bajo la batuta de Álvaro Uribe, revelará el nombre del que será su candidato definitivo para las presidenciales de 2022. Este aspirante presidencial saldrá de entre los cinco nombres que hoy tiene en la bajara esta colectividad y tendrá la misión de lograr que el uribismo mantenga el poder de la Casa de Nariño, después de que en 2018 el partido resultó ganador con Iván Duque, quien obtuvo 10.373.080 votos.
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Tres años después de esa victoria electoral, de cara a 2022 el panorama es distinto. El que resulte elegido como el candidato único del partido del expresidente Uribe tendrá un reto mayor al de conseguir esos 10 millones de votos, pues además tendrá que lidiar con la división que se vive al interior del Centro Democrático y probablemente llevará a cuestas los altos índices de impopularidad de Duque, que registra 72 %, según el más reciente sondeo de Invamer.
A pesar de que ese ha sido un partido que se considera que sigue al pie de la letra la doctrina que imparte su líder, la situación es diferente. Este proceso de definición del candidato presidencial ha dejado entrever que hay fracturas internas difíciles de zanjar, tanto así que el mismo Álvaro Uribe recientemente tuvo que hacer un llamado al orden, para bajarle el tono a las críticas a Iván Duque que estaban haciendo algunos de los precandidatos presidenciales del partido, y ante la marcada división entre los congresistas.
Colprensa dialogó con los cinco precandidatos entre los que saldrá el que tomará las banderas uribistas en las presidenciales: Alirio Barrera, María Fernanda Cabal, Óscar Iván Zuluaga, Paloma Valencia y Rafael Nieto, y conoció su postura frente a temas internos del partido, su principal propuesta y cómo manejaría la seguridad del país y el Acuerdo de Paz firmado con las Farc en 2016.
¿Fractura irreparable?
A pesar de que Uribe asegura que su partido y precandidatos están unidos, la realidad sería otra. El proceso de selección del candidato único ha generado fuertes disputas y entre los cinco aspirantes aparecieron dos bloques: el ala que se encasilla en una derecha que tiende a ser radical y opositora a Iván Duque (donde están Cabal y Nieto); y el ala más ‘conciliadora’, que tiene cercanía con el gobierno (Barrera, Zuluaga y Valencia).
“Cuando éramos bancada de oposición trabajábamos juntos y éramos muy unidos, pero ahora que somos la bancada de gobierno de Iván Duque hay unas divisiones marcadas entre congresistas y también entre algunos de los precandidatos presidenciales como Cabal y Nieto con Zuluaga”, dijo una congresista del Centro Democrático que pidió que se no se revele su nombre.
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A pesar de las marcadas diferencias, los cinco precandidatos hicieron diez foros en los que dieron a conocer sus percepciones sobre las propuestas uribistas, en las que la principal bandera fue la seguridad y la democracia. “Hemos hecho una gran construcción democrática. Somos perseverantes con las convicciones y autocríticos con las acciones”, dijo este viernes Uribe tras la realización del último foro.
Además de esa especie de debates internos, el Centro Democrático aseguró que su candidato definitivo no será “el que diga Uribe”, ya que contrataron un proceso “transparente y riguroso” con dos firmas encuestadoras que desde el 10 de noviembre han consultado telefónicamente a 2.100 militantes y de forma presencial a 2.100 ciudadanos con afinidad a sus ideas.
Reto de mantener el poder
Hace una semana, en el marco de la Convención Nacional de Jóvenes del Centro Democrático, que se realizó en Medellín, la senadora y precandidata Paloma Valencia se arriesgó a decir que el uribismo volverá a ganar las elecciones presidenciales, así el expresidente enfrente el proceso judicial por presunto soborno a testigos y fraude procesal. “Que quede claro: aun con Álvaro Uribe judicializado, el uribismo volverá a poner presidente de Colombia”, dijo.
A pesar de la confiada postura de la senadora, el Centro Democrático tendrá que hacer una campaña distinta a la de 2018: ahora no la hará desde la oposición al presidente porque este, Iván Duque, salió de sus filas, lo que quiere decir que la colectividad de entrada podría ser relacionada por los electores con el gobierno.
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Otra arista para el uribismo estará en la necesidad de entrar a la coalición Equipo por Colombia, que crearon oficialmente el pasado viernes los también precandidatos Alejandro Char, Federico Gutiérrez, Enrique Peñalosa, Juan Carlos Echeverry y David Varguil, junto a Dilian Francisca Toro, presidenta de La U.
De entrada Echeverry aseguró que en esa alianza no cabría el Centro Democrático, pero Uribe respondió que su partido “es útil” para Colombia, “trabaja por la democracia todos los días y la política no es un momento de impulsos sino un proceso permanente”.
A pesar de lo dicho por el miembro de Equipo por Colombia, lo cierto es que esa coalición no ha cerrado la puerta al uribismo y decidirá la próxima semana si el Centro Democrático entrará a sus filas, pues Char, Gutiérrez, Peñalosa y Toro no descartan aliarse con Uribe.
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