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En San Cristóbal crece el reciclaje como fuente de empleo
El reciclaje es para muchos tachirenses la salida económica para sobrevivir.
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Viernes, 25 de Febrero de 2022

El trabajo de reciclar crece en San Cristóbal como forma de generar ingresos, al estilo de Cúcuta, pero aún sin la suficiente organización. Más de 20 personas a diario recorren las calles de la capital del Táchira en busca de aluminio, plástico, vidrio y papel, en bolsas de basura y terrenos baldíos, para acumular algunos kilos de material reciclable, que luego venden a recicladoras locales.

A esta labor se han sumado persona de diversos sectores de la ciudad, de diversas clases sociales, algunos de ellos son profesionales universitarios como Joher Omar Chacón, un técnico en producción industrial, quien, tras quedarse sin empleo, tuvo la oportunidad de laborar para una recicladora recogiendo el cartón y plástico que generan los comercios en los alrededores del Mercado Los Pequeños Comerciantes. 

Joher Omar Chacón gana más como reciclador que desempeñando su profesión. / Foto: Anggy Polanco

“Recolectaba cartón, plástico, papel y también aluminio. Iba por La Concordia y el centro, duré 8 meses así. La verdad es que como profesional no me pagaban ni la mitad de lo que gano aquí. Ganaba más reciclando que lo que ganaba como profesional”, relató Joher, quien ahora labora dentro las instalaciones de una recicladora de papel, a donde a diario ve llegar a personas hasta en vehículos de alta gama con kilos de papel.

Reciclando, Joher ganaba al menos 80.000 pesos semanales, mientras que en un trabajo formal los sueldos no pasan de 70 bolívares, narró. “Las oportunidades en Venezuela no son muchas”, dijo.

Una salida para sobrevivir

Desde hace 3 años, Nixon Gámez decidió tomar una carrucha y salir por las calles de San Cristóbal en busca de material reciclable, en vista de las pocas opciones de empleo que existen en la región. 

“Toca buscar una salida para sobrevivir”, comentó Nixon, quien a diario traza una ruta distinta en busca de materiales, que luego lleva a recicladoras ubicadas en la vía al llano. Allí, recibe un pago de 1.000 pesos por cada kilo de plástico seleccionado, y por día logra reunir hasta 50 kilos, en ocasiones alcanza a reunir 100 kilos.

Parte de los kilos de material que reciben en recicladoras

“Imagínate, si usted hace 100 kilos al día son 100.000 pesos, eso en una empresa nadie se lo gana”, detalló Gámez.

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En la zona metropolitana del Táchira, hasta en horas de la madrugada se observan a las personas buscando en los montones de basura. Nixon señaló que ya ha crecido la demanda de productos reciclables, tanto por el aumento de las personas dedicándose a este oficio, como por parte de los mismos camiones de aseo que también están comenzando a separar los residuos, por lo que ahora deben madrugar más para lograr su objetivo.

El deseo de los recicladores de base es que exista una organización o cooperativa, que les permita identificarse con un uniforme y que se les dignifique su labor.

Organizar a los recicladores de base

El próximo objetivo de la primera Escuela de Reciclaje del Táchira es organizar a los recicladores de base que están surgiendo en la entidad, como parte de la economía circular que se viene implementando en la región fronteriza con apoyo de la empresa privada, el sector público y comunidades, a fin de generar soluciones integrales.

Escuela de Reciclaje en San Cristóbal

Ronny Chacón, ingeniero ambiental, promotor del Centro de Investigación Escuela de Reciclaje, explicó que allí se dedican a enseñar, a separar materiales como el plástico desde el origen, el cual transforman en materia prima para producir nuevos productos como bolsas, la cuales se espera  que vuelvan a recircular y sean separadas antes de que lleguen a vertederos y afluentes.

 

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La Escuela de Reciclaje ha podido identificar una red de al menos 20 personas dedicadas a la recolección casa a casa o en los comercios, y otros que literalmente escarban dentro de las bolsas de basura.

De ahí que ya están trabajando en programa de sostenibilidad para los recicladores de base, a fin de dignificar el trabajo de ellos y que puedan distribuirse por diferentes sectores, destacó el ingeniero ambiental, viéndolo como una fuente de empleo, que se transforma en un beneficio económico.

“Que cumpla una labor de 8 horas diarias, caminar prácticamente los sectores de la ciudad e ir de casa a casa informando y educando, es un trabajo. La idea es que la sociedad les reconozca como parte del sistema, porque muchas personas no pueden ir al contenedor y hay puntos a donde no llega el camión, ellos sí pueden llegar”, especificó Chacón.  

Para Ronny Chacón la idea está enfocada en la creación de cooperativas, como las hay en otros países y organizarlas a nivel parroquial hasta extenderse a los diversos municipios del Táchira, para que los pobladores no tengan excusa para cumplir la responsabilidad ambiental.

La escuela de reciclaje a lo largo de 2 años ha alcanzado a construir una red de 10 contenedores en los principales sectores de San Cristóbal, y la meta es duplicarlos en las próximas semanas. En ellos se separa entre plástico, vidrio, papel, cartón y aluminio. También mantienen la coordinación de la única Policía Ambiental del país que recorre los puntos estratégicos de la ciudad y un camión que recolecta los materiales separados en los contenedores. Incluso varias empresas han logrado un intercambio de residuos por bolsas plásticas que fabrican en la Escuela de Reciclaje con los mismos materiales recolectados. 

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Para el procesamiento del plástico, utilizan un sistema de captación de aguas de lluvias a través de canales con los que logran almacenar 800.000 litros de agua, para llevar a cabo el lavado del material durante la fabricación y lavado de las botellas de plástico, describió Sarelvi Villamizar, directora de investigación de la Escuela de Reciclaje.

Ronny Chacón, ingeniero ambiental

Pero es importante que las personas entiendan que no todo el plástico está apto, por ello, forman a las personas para que aprendan a separar los elementos limpios y no los mezclen con los desechos, de allí la importancia de elevar la formación de los recicladores de base, puntualizó Chacón. 

En el Táchira no hay ninguna empresa que procese el plástico PEP que son las botellas de refresco, por lo que la Escuela de Reciclaje será la primera que en los próximos días comenzará a procesarlo.

Y en las próximas semanas se espera que entre en funcionamiento la primera Ruta Ecoamigable, la cual tiene como fin movilizar a las personas recibiendo como pago de pasaje 5 botellas de plástico y 10 bolsas plásticas, la cual recorrerá desde la avenida 1 de Táriba, avenida España, avenida Carabobo, avenida Libertador, Barrio Obrero hasta la Redoma del Educador.

Mientras que el papel y cartón se compacta en una recuperadora y se envía en camiones hacia el centro de Venezuela donde es convertido en material reutilizable. El vidrio es procesado en Cristalven, una fábrica situada en Ureña, la única que procesa este material, genera un producto terminado y lo comercializa.

Venezuela sin leyes que protejan al ambiente 

El ambientalista Ronny Chacón considera que las propuestas a favor del ambiente comienzan desde los reglamentos a nivel local, “porque no se puede pretender cambiar las leyes si no hay ordenanzas para ello", refirió. 

En recicladora de La Concordia compran el cartón y el papel a los recicladores de base

Por tanto, están trabajando en un modelo de ordenanza que promueva la transición a la economía circular con enfoque a la producción y consumo responsable, que es el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS), número 12, establecido por la Organización de Naciones Unidas.

“Aquí (Venezuela) tenemos una mora de casi 7 años con el ODS, y las normativas no se han actualizado a ellos”, destacó el ingeniero ambiental. Por tanto Venezuela se encuentra atrasada en comparación a Colombia, que sí tiene la Ley de Estrategia de Economía Circular, lo que significa un avance.

“Con las ordenanzas establecidas se permite organizar y planificar de mejor manera a las comunidades, empresas privadas, sector académico y mismo sector gubernamental, porque hay aspectos por mejorar, porque hay una base importante, pero hay que actualizarla a nuevos contenidos”, el promotor de la Escuela de Reciclaje. 

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