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Yerbateros: ancestrales conocedores de la naturaleza
Estas son las historias de quienes se dedican a este oficio. En Cúcuta, hay al menos 18 yerbateros identificados.
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Ronaldo Medina
Ronaldo Medina
Domingo, 13 de Junio de 2021

El oficio de ser yerbatero, durante mucho tiempo, ha permanecido latente en la sociedad, sin que se comprenda su importante rasgo cultural e identitario. Figuras existentes en el territorio con saberes ancestrales que fueron heredados de generación en generación.

En Cúcuta, existen pocos, pero reconocidos mercados medicinales, siendo el más famoso el ubicado a los alrededores del Hospital Universitario Erasmo Meoz.

La yerbatera Yolima Castellanos lleva allí 30 años vendiendo en una esquina. Cada día madruga a las 4:00 de la mañana para mercar las plantas en la Central de Abastos, y a las 7:00 está en su puesto hasta las 3:00 o 5:00 de la tarde, dependiendo de cómo estén las ventas.

“Desde niña veía a mi mamá, ella fue quien me enseñó este arte. Tenía ascendencia guajira, así que sabía mucho de plantas, una pasión que heredé y aprendí. También he leído en libros, con eso he vivido toda mi vida”, relató Castellanos.

Así como Yolima, muchos otros de sus compañeros también han adquirido estos conocimientos como herencia familiar. “A veces las medicinas, por sus químicos, pueden dañarnos (el organismo), las plantas no por ser naturales, eso las hace confiables”, agregó Castellanos.

Hija de una guajira, Yolima Castellanos adquirió sus  conocimientos medicinales por herencia oral de su madre.

 

A pocos metros de ella, se encuentran también Julio Aníbal Niño, el Tayrona, en la esquina del Hospital, y José Urbina Martínez, frente al edificio de comunicación social de la Universidad de Pamplona.

El Tayrona, conocido por muchos cucuteños por su carisma, charlas amenas y vasta experiencia, está orientado por un libro con más de mil tratamientos naturales. Además de lo tradicional, prepara a deportistas jarabes naturales para ganar masa muscular, sin tener que recurrir a hormonas.

“Las plantas se utilizan por gramaje, no en exceso, todo con educación. A lo largo de mi vida he tenido clientes que han evitado operaciones y superado enfermedades gracias a las plantas”, indicó.

Otros yerbateros famosos son Ligia Perozo Rincón, ubicada en la avenida 6 con calle 5; Alix Botía Durán, en el local uno del edificio Paseo comercial, en la avenida 5; Luis Orlando Rico, en la calle 6, Parque Lineal; y Luis José Torres, en la calle 7 entre avenida 5 y 6.

Durante la pandemia, las plantas medicinales más vendidas por los yerbateros han sido la moringa, la limonaria, el jengibre, la manzanilla y el eucalipto, ideales para tratar naturalmente las congestiones respiratorias y síntomas de la COVID-19.

Otras hierbas dulces como la menta, han sido llevadas para dar calma y tranquilidad en medio del estrés que produce el confinamiento.

José Urbina hace un llamado a los cucuteños a optar por lo natural y rescatar sus raíces.

 

Visibilidad para los yerbateros

Saray Pamela Arismendy García es una joven de 21 años, estudiante saliente de la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS), quien creó una estrategia comunicativa que visibiliza y presenta de manera sencilla estos saberes y a las figuras detrás de estas plantas medicinales mediante una plataforma digital.

Dirigida por la docente Carolina García Pino, en un primer momento, el proyecto se planteó en el 2018 en su etapa de investigación teórica para, en el 2019, iniciar el proceso de diagnóstico e identificación de los yerbateros en sus diferentes puestos de la ciudad.

Luego de esta localización, se hicieron entrevistas cortas y se estableció un mapeo, que está reflejado en una ruta digital en la página web del proyecto, con fotos, videos, números de contacto y direcciones. Presione aquí para visitarla.

“Esto permitió analizar esa cercanía que tienen con el territorio, con su nortesantandereanidad y cómo el hecho de que en Cúcuta haya tantas plantaciones es una relación directa con que esta sea una de las ciudades donde se vendan más hierbas medicinales, comparado con otras del país”, dijo Saray Pamela.

Diez de ellos ya estaban identificados, pero en el transcurso se conocieron otros seis más interesados en incursionar en la venta medicinal. Para finales del 2019, se localizaron 18 yerbateros en total, que recibieron una inscripción en Google Maps para que los interesados puedan encontrar su yerbería más cercana.

Estas plantas medicinales son las favoritas de los cucuteños.

 

Rescatar lo ancestral

De este recorrido investigativo se concluyó que los saberes ancestrales de las personas dedicadas a este oficio siguen necesitando visibilización, por eso, los mismos yerbateros hicieron un llamado a los cucuteños a que los visiten y conozcan cómo sanar con medicina natural.

“Han existido desde el inicio aborigen de nuestra civilización, siempre han estado aquí con nosotros, conviviendo con la naturaleza. Somos nosotros quienes tenemos el poder de darlos a conocer y entenderlos desde el campo académico”, puntualizó la investigadora.

Hoy por hoy, estos colectivos hacen parte de historias entrelazadas que necesitan ser contadas para, a futuro, preservar todos estos conocimientos de naturaleza sanadora, dejados por los ancestros.“Por la globalización y el avance tecnológico, hemos tendido a abandonar este origen, de ahí la importancia de rescatarlo, volver a lo que nos han dejado y preservarlo para los hijos de nuestros hijos”, concluyó la comunicadora.

Saray Arismendy, apasionada por comunicar desde el Cambio Social.

 

Para Arismendy, los aprendizajes de esta experiencia le enseñaron las múltiples formas en que personas del común han construido y aportado saberes desde su día a día al país. Un vivir que fundamenta conocimiento y territorio, antepuesto a las tendencias de un mundo globalizado.

“Ir a las calles es el llamado al que a todo profesional se le debería invitar, conocer su realidad, su centro, volver a su origen, para buscar las formas de comunicar las dinámicas que nos competen como seres humanos; de donde vengo yo, como dice ChocQuibTown (grupo de hip hop)”.

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