Hace tres semanas se retomaron las clases en Norte de Santander, bajo la modalidad ‘escuela en casa’. Esta forma de pedagogía y que además es nueva para muchos, ha tenido sus altos y bajos en diferentes zonas del departamento.

Pastor Piñeros Velandia, responsable del área de calidad de la Secretaría de Educación del departamento, precisó que se viene haciendo un seguimiento en 208 establecimientos educativos los cuales informan qué metodologías han implementado en este tiempo mientras los planteles han estado cerrados.

“Hay que señalar que existen instituciones que no han podido continuar procesos educativos por falta de herramientas que lo permitan y en otras ocasiones, porque la comunidad se resiste a que sus niños estudien en casa”. Precisó Piñeros.

El funcionario explicó que cercana a la fecha de cierre de periodo escolar y de evaluaciones se ha implementado un nuevo sistema de valoración ya que no se va a evaluar en clase sino en casa, y al suceder esto, los docentes tienen el reto identificar unas nuevas estrategias de evaluación.

Por esto, según dio a conocer el funcionario, se están desarrollando unas salas virtuales con directivos de los distintos colegios, en donde se les imparten orientaciones para que se incorporen estas estrategias de evaluación en casa, de manera flexible y colaborativa y no se vuelva un ejercicio calificativo y sumativo que pueda ejercer presión en los estudiantes y causen la deserción que es lo que se quiere evitar a toda costa.

De igual manera, hizo hincapié en que, con este sistema, se quiere crear confianza con los padres para que tengan claro que sus hijos sí están en un proceso de aprendizaje y que se va a valorar pero de una manera diferente.

Por su parte, el secretario de Educación del municipio, Arturo Charria, explicó que, en Cúcuta a pesar de que el personal docente ni los estudiantes estaban preparados para la ‘escuela en casa’, se han dado orientaciones y lineamientos precisos en el sentido que es un momento para fortalecer el ser y no el saber. 

“No puede convertirse la educación en un factor que afecte la salud mental de estudiantes y docentes, mucho menos que genere situaciones de violencia en el hogar. Por eso hemos planteado que se modifiquen los periodos académicos a dos semestralizados, de manera que los estudiantes y docentes tengan mayor tiempo para un proceso formativo más reflexivo” explicó Charria.  Adicionalmente, desde la Secretaría de Educación municipal, se plantea que la evaluación debe ser de carácter cualitativa, amparado en la emergencia por la COVID-19 y el decreto 1290 de 2009.