El fenómeno 'El Niño' y la falta de protección histórica de los caudales por parte de habitantes y autoridades ya deja ver los efectos del descenso de caudales.
Los habitantes del Catatumbo, que no habían reportado preocupaciones por la temporada seca, ya empezaron a llamar la atención de Corponor, con la dramática imagen de la quebrada La Cristalina, en Teorama, que hasta hace unos meses era caudalosa y hoy las protagonistas del recorrido del agua son las áridas piedras.
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(Quebrada La Cristalina, en Teorama.)
El río Táchira tampoco pasa por su mejor temporada, justo en el área metropolitana donde por años se ignoró la protección del recurso hídrico y ahora, aparecen las preocupaciones tardías de los funcionarios públicos que deben dar resultados y prevenir un desastre.
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La bocatoma de la planta de tratamiento Monteadentro, en Pamplona, cuyas aguas antes hacían invisible la rejilla, hoy son escasos hilos.
(Bocatoma de la planta de tratamiento Monteadentro, en Pamplona.)
Falta ver si las condiciones empeoran o si retornan algunas lluvias que alivien la preocupación de los pobladores del departamento.
