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Vida
Morir por un ‘corazón roto’ es posible
Las mujeres son más suceptibles a sufrir ataques cardíacos que los hombres.
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AP
Sábado, 7 de Enero de 2017

Cuando Debbie Reynolds, la recordada protagonista de ‘Cantando bajo la lluvia’ falleció la semana pasada, su hijo señaló que el estrés de perder a su hermana Carrie Fisher, tan solo un día antes, fue demasiado para su madre.

Este particular episodio dejó en evidencia, una vez más, que la angustia emocional por la muerte de un ser querido puede desatar el síndrome del ‘corazón roto’, una afección reconocida que ataca desproporcionalmente a las mujeres y que puede ser fatal.

“Un ‘corazón roto’ en realidad es un evento en el que el corazón deja de funcionar normalmente y es susceptible de anormalidades en el ritmo cardíaco”, explicó el doctor Mark Creager, director del Centro Cardíaco y Vascular Dartmouth-Hitchcock en New Hampshire y expresidente de American Heart Association (Asociación Americana del Corazón). 

El especialista dijo que este término es usado para explicar un fenómeno “muy real” que ocurre en pacientes que han estado expuestos a un estrés emocional repentino o circunstancias extremadamente devastadoras.

Conocido clínicamente como una miocardiopatía inducida por estrés o el síndrome de Takotsubo, puede afectar a cualquiera, incluso a aquellos con buena salud y sin problemas cardíacos anteriores.

Reynolds, quien sufrió dos derrames cerebrales en 2015, de los que se recuperó, fue llevada en ambulancia a un hospital el día después de que murió Fisher.

“Dijo: ‘quiero estar con Carri’”, recuerda el hijo de Reynolds, Todd Fisher. Minutos después murió.

No obstante, todavía no se ha revelado la causa de la muerte de Fisher ni de Reynolds.

¿Cuándo ocurre el síndrome? 

El síndrome del corazón roto ocurre cuando un aumento repentino en las hormonas del estrés, como la adrenalina y el cortisol, hacen que las arterias se apresen y se limite el flujo de sangre al corazón. 

La experiencia y el diagnóstico se suelen confundir con un paro cardíaco, explicó el doctor Creager.

Ambas afecciones lucen igual en un electrocardiograma, dijo la cardióloga Holly Andersen, directora de educación en el Instituto del Corazón en el Hospital Presbiteriano de Nueva York y asesora científica de Women’s Heart Alliance, una organización que trabaja por la salud cardíaca de las mujeres. 

Pero mientras que los ataques cardíacos son causados por las arterias bloqueadas, en los ‘corazones rotos’ no existen estos bloqueos.

La enfermedad puede ser tratada e incluso sanar sin un tratamiento, dijo Andersen, pero también puede causar arritmias cardíacas o una muerte repentina.

Investigadores japoneses fueron los primeros en describir el síndrome del ‘corazón roto’ en 1990. Lo llamaron Takotsubo, que significa “vasija para atrapar pulpos”, por la forma en la que un corazón afectado se ve en los estudios.

La cardióloga Holly Andersen no ha atendido a Reynolds, pero sospecha que la actriz sucumbió a un “evento cardiovascular”, tomando en cuenta el historial de derrames cerebrales de la actriz y la prevalencia de enfermedades cardíacas entre las mujeres.

“No sorprendería que una mujer de 84 años como Debbie Reynolds hubiese tenido alguna placa (arterial), y con este tipo de estrés, se volvió más vulnerable y tuvo un infarto común y una muerte repentina”, consideró Andersen.

Sin embargo, advirtió que puede que la persona no tenga ninguna enfermedad que lo predisponga y aun así resulta susceptible a una muerte repentina por el síndrome de Takotsubo, “por un estrés emocional arrollador”.

Mujeres, las más suceptibles

Barbra Streisand, activista por la salud cardiovascular de las mujeres, advirtió que “demasiadas mujeres mueren por enfermedades cardíacas como la madre e hija Debbie Reynolds y Carrie Fisher”.

Streisand donó 10 millones de dólares en 2012 para crear el Centro de Salud Cardíaca para Mujeres en el Centro Médico Cedars-Sinai de Los Ángeles, una institución de investigación y tratamiento que lleva el nombre de la actriz. 

Y es que las enfermedades cardíacas son la principal causa de muerte entre las mujeres, pero hasta hace poco las investigaciones se hacían casi exclusivamente en hombres.

Los corazones de las mujeres son más pequeños y laten más rápido cuando están en reposo que los de los hombres. “No cabe duda que fisiológicamente, cuando juntas todo, los nervios y los vasos sanguíneos, que los corazones de las mujeres trabajan diferente y se enferman diferente”, explicó la cardióloga Andersen.

“Necesitamos estudiar a más mujeres”, aseguró, al señalar que las mujeres “estamos subinvestigadas, estamos subtratadas”. 

Dijo que, incluso, aún si las mujeres controlaran todas las diferencias que se conocen, este género sigue teniendo más posibilidades de morir por una enfermedad cardíaca que un hombre.

El doctor Mark Creager precisó que las mujeres sufren otros tipos de enfermedades cardíacas más que los hombres y que el síndrome de Takotsubo es solo un ejemplo.

American Heart Association colabora con el centro cardíaco de Streisand para estudiar a las mujeres, los infartos y las enfermedades cardíacas, dijo Creager.

Los científicos desconocen por qué el síndrome de Takotsubo afecta principalmente al género femenino, pero creen que tiene que ver con la forma en la que las mujeres responden al estrés y cómo los cerebros y los cuerpos de ellas procesan las emociones.

Si los admiradores de Debbie Reynolds y Carrie Fisher buscan una lección de salud ante las trágicas y sucesivas muertes de estas mujeres, Creager y Andersen esperan que se reconozca la vulnerabilidad evidente de los corazones de las mujeres.

Cuarenta por ciento de las mujeres no sienten dolor durante un ataque cardíaco, dijo Andersen y un sondeo reciente mostró que las mujeres generalmente suelen negarse a llamar al número de emergencias, incluso cuando creen que podrían estar teniendo un paro cardíaco.

“La mayoría sabe que algo está mal. Sienten dolor en la quijada, dolor en la espalda, sudan y tienen muchísima fatiga. Sienten que algo está mal, puede ser que les falta el aire o que tienen un problema digestivo grave. Preferimos atender un reflujo de ácido o una indigestión en la sala de emergencias que dejar pasar un infarto, así que por favor vengan si sienten que algo está mal”, insistió la cardióloga, quien aseguró que “realmente se puede morir por un corazón roto”.

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