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Otros sí pueden
En lamentable contraste, en nuestra región, solo vemos indiferencia, ausencia de compromiso, egoísmo.
Martes, 30 de Mayo de 2017

Amables lectores:La responsabilidad y compromiso que muestra la clase dirigente política  del departamento de Antioquia es digna de admiración.  Cuánto progreso y desarrollo se aprecia en este territorio, donde el dinero de los recursos públicos no se evapora y por el contrario, se ve materializado en magnificas obras al servicio de la comunidad.  Hace ya varios años, se construyó en Medellín, antes que en la capital del país, el Metro que transformó con creces la movilidad de esa ciudad,   Hoy, después de más de tres décadas en funcionamiento, parece recientemente inaugurado; esto es cultura  ciudadana.  El empuje no cesa.  Posterior al Metro se construyó el tranvía, que une diez barrios de Medellín, con un extraordinario, cómodo y económico medio de transporte urbano. Adicional, se levantó el metrocable sobre varias comunas muy pobres, esto ha mejorado sustancialmente la calidad de vida de sus habitantes.  También es importante citar el progreso en vías.   Se construyó el llamado túnel de occidente y excelentes vías secundarias, bajo la modalidad 4G, como el puente madre Laura, con extensión de 4 kilómetros para conectar los barrios Castilla y Aranjuez, antiguos centros de violencia con el auge en la comercialización y consumo de drogas ilícitas.  Los habitantes de esos sectores se asesinaban por tener su control.  Las autoridades saben que con obras, autoridad, disciplina y educación se pueden enfrentar estas situaciones de violencia ciudadana.

Como corolario de su gran capacidad de inversión y liderazgo, se construyó puente de 4.5 kilómetros que une a Medellín con Santa Fe de Antioquia y es la salida a la rica zona agrícola de Urabá.  Está en construcción el túnel que unirá el aeropuerto  de Rionegro con Medellín, tendrá una extensión de 7 kilómetros y ya está construido un 50%, la transformación social y económica ha sido asombrosa.  Se ha controlado la delincuencia organizada, generando desarrollo, progreso y mejor calidad de vida para sus gentes ¡Bravo por ellos!

En lamentable contraste, en nuestra región, solo vemos indiferencia, ausencia de compromiso, egoísmo, sacaculismo estratégico entre nuestras autoridades para asumir la responsabilidad de la reparación de las vías de acceso, que reemplacen el cierre temporal del puente Mariano Ospina Pérez, la insensibilidad de nuestros gobiernos departamental y municipal es total.  Poco les importan los múltiples problemas sociales que nos agobian.  Como ejemplo, con el cierre del vetusto puente sobre el río Zulia, construido el 5 agosto de 1950, en el cual tristemente se derrochará una suma importante de dinero “para maquillarlo” y “prolongar su vida útil”, “solo por tres años más”.  Lo que amerita es un puente nuevo con cuatro carriles, con mejoramiento permanente de las vías secundarías.  Carmen de Tonchalá- Urimaco-Termotasajero- San Cayetano-Cornejo e igualmente la vía: La Represa Palmarito-Aguadalasal- La Y, buscando comunicación con Ocaña.  Estas obras harían justicia a una zona tradicionalmente abandonada por el Gobierno Nacional.  No olvidemos que esta vía también conduce al Catatumbo, zona “promocionada” por el “posconflicto”.

Con el cierre del puente Mariano Ospina, poco ha importado el aumento del costo de vida de la canasta familiar y la dificultad de movilizar su producción para los habitantes de los pueblos del Occidente.  Igualmente se perjudicarán catorce empresas transportadoras al disminuirsus ingresos netos por mayores costos de operación.

¿Por qué tanta indiferencia y negligencia? Por esta vía nuestra producción accede a puerto marítimo.  Es increíble que solo exista motivación de la clase dirigente política de nuestro departamento en época preelectoral, porque ya elegidos y posesionados, abandonan a las comunidades que los eligieron y solo importa el enriquecimiento personal.

¿Qué hace la diferencia entre los dirigentes políticos de  Antioquia y Santander del SUR, que sin ser santos ni impolutos logran el desarrollo, social, económico y cultural de sus regiones?  Si otros pueden ¿por qué nosotros no? ¿Será que el brillo de la riqueza, el poder y la saciedad de todos los apetitos, continúan siendo las grandes tentaciones? Lamentamente, como siempre, el pueblo es quien paga el abandono. 

Posdata: ¿Seremos los  nortesantandereanos ganadores de bingo, con valor negativo, al ser “premiados” con la adjudicación de la doble calzada, Cúcuta-Pamplona, a la firma  Española Sacyr, gran campeona en incumplimiento y merecedora de multas  por $11.000  millones decretadas por la Agencia  Nacional de Infraestructura? Triste: “Cuando el pobre saca la ruana, llueve”.

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