El concejal Oliverio Castellanos consideró pertinente y necesario que el Centro de Desarrollo Infantil (CDI) de Cormoranes, construido en la administración de Donamaris Ramírez Lobo, y cuya planta no se pone en servicio de los niños de este sector de la ciudad por presentar fallas en su construcción, debe recuperarse.

En un derecho de petición que le dirigió al alcalde Jairo Tomás Yáñez, el dirigente político de Cambio Radical le solicitó explicaciones sobre los motivos que le han impedido poner en funcionamiento esa sede infantil.

Castellanos le solicitó también al mandatario que es urgente la recuperación del CDI, “pues resulta preocupante la afectación que se está generando a la comunidad de Cormoranes y sectores aledaños, al privarlos durante ya más de siete (7) años de los servicios que se van a prestar allí a los niños”.

El concejal le dice a Yáñez que en esa sede se invirtió un monto superior a los 4.600 millones de pesos y que hoy, según las noticias de prensa, representa un detrimento patrimonial. Castellanos precisó que, según un estudio de la Secretaría de Infraestructura municipal adelantado en los años 2017 y 2018, por profesionales de esa dependencia, el CDI se puede recuperar.

En uno de los apartes de esos estudios, según el munícipe, se concluye que “los principales asentamientos se presentaron en la etapa inicial de vida de la edificación y que posterior a esta, los asentamientos han disminuido considerablemente hasta el punto de que en algunos lugares es cero y en otros irrelevantes”. 

Según esos estudios es pertinente el reforzamiento estructural y la recuperación de la edificación, recalca el munícipe. El concejal Castellanos apoya su petición en un informe presentado a la alcaldía durante el mandato de César Rojas, el cual concluye que existen todas las posibilidades para la recuperación de esa estructura.

Dicho estudio, en el que también participó la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS), y que fue avalado por el perito de obras de infraestructura de ese entonces, presenta los costos que debían hacerse para recuperar el CDI. 

Adicionalmente, en el derecho de petición se puede leer que, si se pudo arreglar la torre 28 de Cormoranes, que es de cinco pisos, no se entiende por qué no se ha hecho lo mismo con el CDI cuya planta física es de un nivel. Castellanos se pregunta que, si el estudio fue tan completo, ¿por qué la alcaldía durante el periodo de César Rojas o el del actual alcalde, Jairo Yáñez, no se ha puesto en marcha la recuperación del CDI?

Añade que, por esta omisión, los citados gobernantes podrían estar inmersos en los delitos de prevaricato por omisión y detrimento patrimonial. 

Los cuestionamientos del concejal continúan. Si era viable repararlo, por qué las dos administraciones municipales antes mencionadas, hablan es de demoler la edificación y reiteradamente señalan de corruptos a todos los profesionales que intervinieron en esta obra, acusación que queda sin peso, si se tiene en cuenta el informe elaborado por los profesionales de Infraestructura en la administración de Rojas.

El concejal le dijo a La Opinión que está esperando aprobación por parte de la Secretaria de Infraestructura para ir con su grupo de trabajo al CDI. “Haremos aseo y cortaremos la maleza, porque hay que detener su deterioro”. 
Afirmó que ha faltado voluntad política para repararlo y que se convertirá en un ‘elefante blanco’ si no se hace algo por salvar este bien de la comunidad.

Lo mismo opina Germán Colmenares, el arquitecto diseñador de este y otros 7 CDI con los que cuenta el departamento. “Lo que falta es voluntad para arreglarlo”.   Oswaldo Grajales, el secretario de Infraestructura en el mandato de Donamaris Ramírez, consideró que como la macroestructura no ha fallado y el terreno ya asentó lo que tenía que ceder, es perfectamente recuperable. 

La dirigencia comunal de Cormoranes ha reiterado su posición de que lo mejor es demoler el CDI. La oficina jurídica de la alcaldía dijo que prepara una respuesta al derecho de petición de Castellanos.