En el día de Navidad, la carta al Niño Dios es una tradición o una forma de hacer aquella lista de deseos guardados en lo más profundo y que buscan consolidar y proyectar un mejor futuro. Norte de Santander, Cúcuta y la frontera colombo-venezolana acumulan una gran cantidad de necesidades, que harían interminable el escrito.
*Que no le den más vueltas a la definición de la empresa que operará el Acueducto Metropolitano porque es hora de activarlo para que el agua potable fluya las 24 horas a los usuarios en Los Patios, Cúcuta y Villa del Rosario.
*Que por fin veamos las carreteras Chinácota-Alto Mejué, Santiago-Salazar-Arboledas, La Ye-Astilleros-Tibú y Tibú-El Tarra-Convención-La Mata, al igual que se logre el mejoramiento de la red de vías terciarias, que en una perfecta coordinación permitirán que el departamento logre la conectividad y competitividad esperadas.
*Que ojalá tenga un norte y puerto seguro la paz total que es ahora la política del Gobierno Nacional para intentar el apaciguamiento y culminación del conflicto armado por parte de las organizaciones como el Eln y las disidencias de las Farc o las bandas criminales, puesto que la región, de manera particular, lograría un alivio real, al ser afectada por todas las formas de conflictividad.
*La recuperación de la seguridad que es una de las preocupaciones que más agobian a los ciudadanos es igualmente urgente, tanto desde el frente la operatividad policiaca para el desmantelamiento del microtráfico y la contención del hurto, el homicidio y extorsión, así como desde las acciones de política socio-económica para conjurar las diversas formas del delito.
*La frontera que sigue siendo el centro de análisis en la región, ahora que se espera su completa apertura desde comienzos de enero próximo, es esencial que tenga un proceso ordenado y seguro para evitar futuros inconvenientes.
*Que sea más eficaz la llamada ruta del asfalto para borrar o tapar los huecos que ‘adornan’ la malla vial cucuteña (que mide 1.200 kilómetros) y que por estos días han estado de moda al protagonizar casos de cebras e intersecciones pintadas con baches abiertos. Lo cierto es que es hora de hacer un plan masivo de recuperación y mejoramiento de calles y avenidas.
*Como las empresas de transporte urbano ya andan reclamando aumento de tarifas, luego del incremento del salario mínimo, ojalá que la Alcaldía y el Área Metropolitana de Cúcuta tengan presente que el alza en los pasajes es un ‘acelerador’ inflacionario y que deben tener en cuenta factores nacionales sobre el tema.
*En el año que termina el PAE a los niños que estudian en los colegios públicos en Cúcuta se lo empezaron a servir muy tarde, por una complicada contratación del mismo, asunto que ojalá no se repita en 2023.
*Después del Mundial de Catar y la espectacular final Argentina-Francia, lo mínimo es que en 2023 el Cúcuta Deportivo alegre a la afición y a la ciudad ascendiendo a la A en procura de repetir lo de 2005 cuando salió de la B y en 2006 conquistar la primera estrella.
*En el campo de la política, tendremos un 2023 de elecciones regionales para el cual no está de más el consejo de escoger a los mejores para manejar las riendas departamentales y municipales en el periodo 2024-2027. Equivocarse no es la opción.
*Alejar el desempleo, el subempleo, la pobreza y la exclusión, aspectos en los que desafortunadamente siempre nos destacamos por estar en los primeros lugares, debe de ser otra misión a conquistar en Norte de Santander.
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