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Editorial
Pobreza multidimensional
En Norte de Santander, dos de cada diez habitantes pasan privaciones en salud, educación, empleo, entre otras condiciones.
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Viernes, 26 de Mayo de 2023

En medio de tantas dificultades, incertidumbre, angustias y complicaciones, llega una medición alentadora sobre la disminución de la pobreza multidimensional en Colombia y Norte de Santander, el año pasado, siendo la región oriental la segunda con más personas que  mejoraron sus condiciones de vida.

Este índice mide si los hogares han logrado superar o no las dificultades relacionadas con la educación, situación de  la niñez y juventud, trabajo, salud y condiciones de vivienda y servicios públicos.

En el resultado se aprecia una mejoría informada por el DANE que encontró que en 2022 dicho indicador se situó en 12,9 % que es el más bajo desde 2010, cuando en el país este indicador se encontraba en el 29,7%.

Pero no solo el comportamiento resulta siendo históricamente el más bajo desde que se empezara a hacer esta medición en el país, puesto que también marca diferencia frente al 18,1% que arrojó el 2020 (en plena pandemia) y el 16% que se registró en 2021.

Al ponerle rostro a las cifras, encontramos que en Colombia el año pasado 971.000 personas salieron de la pobreza multidimensional en comparación con 2020, mientras  que en la región oriente, de la que hace parte  Norte de Santander, en 2021 la mejora implicó  que 285.000 personas también dejaran atrás esa condición.

Lógicamente, hubo un positivo efecto hacia tierras nortesantandereanas, que pasaron de una cifra de pobreza multidimensional de 24,7%, en 2021 al 18,5% durante 2022.

Lógicamente este positivo comportamiento no puede implicar un triunfalismo desbordado puesto que el sendero para que  se logren más resultados en la misma  todavía muestra que  hay unas seis millones de personas que siguen transitando su vida diaria con toda suerte de problemas en los  componentes que mide la pobreza multidimensional,  que de unirse con la de tipo monetario, les genera entonces un panorama de mayor complicación.

Y el sondeo detectó que en el departamento dos de cada diez habitantes pasan privaciones en salud, educación, empleo, entre otras condiciones de vida, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).

Hoy se encuentra en el puesto 16 en el listado nacional de 33 territorios, que muestra a Guainía como el de peor situación en condiciones de vida con el 75% y a Bogotá con la mejor, que fue de 3,8%.

En la región Oriental, dentro de la que aparece el departamento, fue satisfactorio que el año pasado la inasistencia escolar cayera en 4%, del 6,7% a 2,7%, mientras el aseguramiento en salud mejoró en 3%.

También aquí en esta zona el analfabetismo pasó de 6,5% a 6,2% entre 2021 y 2022.

Eso está muy bien y la misión de la Secretaría de Educación Departamental es profundizar en este par de aspectos, porque precisamente en educar a los niños se encuentra la base esencial para combatir la pobreza, evitar que caigan en manos de los violentos o vayan a la drogadicción y la violencia.

Para concluir, esta afirmación de la directora del DANE, Piedad Urdinola: “6,6 millones de personas viven en bajas condiciones de calidad de vida, que no corresponde a lo que deberíamos estar viendo”, se convierta pronto en acciones del Gobierno Nacional para que los elementos que conforman el aspecto multidimensional de la pobreza sean conjurados para que  podamos tener una adecuada calidad de vida en el país y la región.

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