La tragedia para las familias de Cristian Roa y Junior Carrascal, quienes fueron asesinados por robarles la motocicleta en la que se movilizaban por el corregimiento Urimaco, el 2 de enero de 2017, no ha cesado, mientras que el dolor y la incertidumbre las siguen acompañando.
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Jimmy Roa, papá de Cristian, quien tenía 16 años cuando lo mataron y posteriormente lo enterraron en una fosa común, junto con su amigo de infancia, mantiene una lucha incansable, para que los responsables de la muerte de su ser querido respondan ante la justicia y no se les dé ningún beneficio.
Entre los recuerdos de Jimmy persisten la sonrisa y el amor que le profesó a su hijo durante los pocos años que lo acompañó. Sin embargo, insiste en que no permitirá que los señalados de cometer el crimen de Cristian y Junior busquen algún alivio judicial para salir de prisión.
“Hay uno de ellos que está detenido y otros quedaron en casa por cárcel y, al parecer, se fugaron. El que está preso, que es Wilder Alfonso Lagos Narváez quiere salir libre por vencimiento de términos”, dijo el papá de una de las víctimas.
El doliente aseguró que tanto los procesados como sus abogados han dilatado el proceso judicial, faltando a las audiencias y generando un retraso en la condena.
Asimismo, hizo un llamado a la administración de justicia para que no se deje en el olvido el caso de Cristian y Junior, que trajo consigo una tragedia, pues su mamá también falleció cuatro meses después del asesinato de su hijo, por cuenta del sufrimiento que soportó desde el momento en que él desapareció.
“Duramos mes y medio buscando a mi hijo y a su amigo, porque me los enterraron en una fosa. Ese episodio fue muy duro para mi familia y para mí y por esto también perdí a mi mamá. Los culpables de lo que pasó deben pagar con todo el peso de la ley”, recordó Jimmy Roa.