Pese a que la Policía Metropolitana aseguró que la comunidad del barrio Antonio Nariño no escuchó nada la noche del jueves, cuando se presentó un doble homicidio en la parte más alta de este sector de Villa del Rosario, algunos vecinos de este lugar le confirmaron a La Opinión que el sonido de varios disparos los aterrorizó.

Aún con miedo, el jueves, pasadas las 9:00 de la noche, algunas personas habrían alertado al cuadrante de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), pero, supuestamente, la patrulla solo habría llegado hasta la cancha del barrio, y por seguridad decidieron no ir hasta la parte más alta de ese ceero.

La sorpresa se la llevaron ayer en la mañana los habitantes de ese sector, cuando fueron alertados de que habían asesinado a dos hombres.

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Ayer, hacia las 9:00 a. m., cuando varias patrullas de la Mecuc arribaron a esa zona y vieron los cadáveres, alertaron a la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) para que se encargara de la inspección técnica.

Cómo se dio el hecho

Según versiones, el jueves en la noche, cuando varias familias se disponían a descansar de su larga jornada laboral, el retumbar de varios disparos les erizó la piel.

Algunos habitantes habrían visto que seis hombres subieron hasta la parte alta del barrio. Minutos más tarde, escucharon varios disparos, que los atemorizaron y los obligó a cerrar sus puertas.

Por entre las ventanas, varios de los residentes vieron bajar a solo cuatro personas, de las que habían subido, ahí comenzaron a sospechar que algo terrible sucedió, en medio de la osucridad y soledad de ese punto del sector.

“Ya era bastante tarde cuando escuchamos muchos tiros. Aunque normalmente nosotros cerramos a las 10:00 de la noche, más o menos, después de escuchar los disparos preferimos cerrar rápido”, sostuvo una vecina.

Esa noche, según relataron, dos patrullas de la Policía llegaron hasta la cancha que hay en el barrio, antes de emprender camino hacia el cerro. Sin embargo, no se acercaron al punto donde estaban los cadáveres.

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Ayer, cuatro patrullas de la Policía llegaron, preguntaron y subieron hasta donde se encontraba la macabra escena.

Observando los cuerpos, solicitaron la presencia de los investigadores de la Brinho para que establecieran qué sucedió en el cerro.

Pase a que ningún familiar de los hombres apareció, las autoridades lograron establecer que una de las víctimas respondería al nombre de Ramiro Otero Niño, mientras que del otro no tuvieron ningún detalle.

“Otero Niño presenta varios antecedentes, desafortunadamente, por receptación, tráfico de estupefacientes, porte ilegal de armas de fuego y la última fue una captura que se dio el pasado 16 de noviembre de 2023 por hurto y estupefacientes. El día 17 noviembre lo dejaron en libertad”, aseguró la coronel Sandra Mora, comandante de la Policía Metropolitana.

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