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Abuso sexual: el delito del hijo favorito de la reina
El príncipe Andrés también podría perder su título de duque de York. La corona confirmó que se tendrá que defender sin los privilegios de la realeza.
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Colprensa
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Sábado, 15 de Enero de 2022

La decisión de la Reina Isabel II de despojar al favorito de sus hijos de sus patronatos y títulos militares, le quitan al príncipe Andrés sus más honrosos títulos y lo enfrentan a un escenario aún peor del que imaginaban los ingleses: el hombre, de 61 años, deberá defenderse ante la justicia norteamericana como cualquier otro ciudadano y sin los privilegios de la realeza.

Según el relato de la víctima y demandante, Virginia Giuffre, el caso que desató una de las peores crisis públicas de la corona ocurrió en el 2001, cuando ella tenía 17 años de edad y el príncipe tenía 41. Así las cosas, y pese a que el presunto delito ocurrió hace más de dos décadas, el duque de York podría sentarse en la silla de acusados y, en el más drástico de los casos, ir a la cárcel.


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Pese a que la demanda surgió en 2019, obligando al príncipe Andrés a renunciar a la representación de la Familia Real británica en la vida pública, varios de los avances más decisivos del caso han ocurrido en los últimos tres días.

En un principio, la Reina Isabel había intentado mantenerse distanciada del escándalo y de la defensa de su hijo, pero la situación llegó a su máximo nivel de tensión este miércoles, cuando el juez Lewis Kaplan, de Nueva York, se negó a desestimar la demanda y dejó en firme el proceso.


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Tan solo 24 horas después de la noticia, la familia real publicó un duro comunicado que le dio el segundo golpe al príncipe Andrés en menos de dos días: “con la aprobación y el acuerdo de La Reina, las afiliaciones militares y los patrocinios reales del duque de York han sido devueltos a la reina. El duque seguirá sin asumir ninguna función pública y defiende este caso como ciudadano privado”, sentenció el comunicado.

Con eso, el príncipe perdió el tratamiento de ‘su alteza real’ (HRH) en asuntos oficiales, 10 títulos –según confirmó el palacio– como coronel en jefe del Regimiento Real Irlandés y del Cuerpo Escolar de Armas Pequeñas; comodoro en jefe del Fleet Air Arm; coronel real de los Royal Highland Fusiliers; y coronel real del Regimiento Real de Escocia.

 

Abuso contra una menor

La lista de abusos de Giuffre parece ir más allá del acceso carnal del que se le culpa al duque. Según medios ingleses, la mujer, que ahora tiene 39 años de edad, vivió en varias casas de acogida para niños desamparados y también fue abusada por un familiar a sus siete años.

Más tarde, la activista fue víctima de tráfico sexual y abuso por parte del magnate multimillonario Jeffrey Epstein, quien es conocido como un depredador sexual y pedófilo que creó toda una red de tráfico de menores en el mundo de élite por la que fue condenado.

Según la demandante, Epstein la abusó en múltiples ocasiones y la “prestó” a otros hombres poderosos, incluido el príncipe, para que “les hiciera lo mismo que él me había enseñado a hacer”.

Así las cosas, la demanda incluye por lo menos tres ocasiones en las que Giuffre habría sido obligada a sostener relaciones con el duque aún siendo menor de edad: durante un evento en un club nocturno de Nueva York, en un apartamento en Londres y en una de las fiestas del magnate en las Islas Virginias.


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Bajo ese panorama, todo apunta a que el príncipe se enfrentará a un juicio, pues no ha logrado llegar a una conciliación con la defensa de Virginia.

Este mismo miércoles, tras el anuncio del juez Kaplan, el abogado de Giuffre, David Boies, afirmó que no cree que su representada esté interesada en un acuerdo “puramente” financiero y que “va a ser importante es que esta resolución reivindique el abuso a ella y otras víctimas”.

Por ahora, todo apunta a que el príncipe también podría perder su título de duque de York, pues así lo han pedido varios representantes públicos de esa ciudad de Inglaterra. En todo caso, esa responsabilidad cayó sobre la reina Isabel, quien ya demostró que puede sacrificar los honores de su hijo proteger a la monarquía que no ha estado exenta de escándalos.

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