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Cúcuta Deportivo
Hace dos años, el Cúcuta Deportivo jugó por última vez en el General Santander
Ese mismo día, los hinchas del Cúcuta Deportivo se manifestaron a las afueras del General Santander con la presencia del ídolo panameño Blas Pérez.
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Gustavo Contreras
Gustavo Contreras Sabogal
Categoría nota
Martes, 1 de Marzo de 2022

Hoy hace dos años, en medio de un ambiente de tensión y rechazo,  el Cúcuta Deportivo disputó su último partido profesional en el estadio General Santander. Fue un duelo contra el Atlético Bucaramanga, el primer ‘Clásico del Oriente Colombiano’ de 2020, con el recuerdo de la victoria 3-2 en la temporada 2019 en un estadio a reventar. 

Días antes al juego, el entonces presidente José Augusto Cadena terminó de dañar las fracturadas relaciones que tenía con la hinchada al insultar a la ciudad como plaza futbolera, tras evitar la liquidación una semana antes en una de las audiencias de incumplimiento. 

Asimismo no era claro que el juego se disputara en el General, puesto que la administración del club no había fijado el alquiler del escenario. A falta de tres días, finalmente se concretó la sede del encuentro. 

Las declaraciones del polémico dirigente, quien seguirá en el club como máximo accionista pero no en el órgano administrativo, llevaron a que la hinchada se organizara y decidiera, en su mayoría, no ingresar al estadio sino hacer una protesta en la Plaza de Banderas. 

Hinchas del Cúcuta Deportivo, 2020

Esa movilización fue acompañada por uno de los ídolos rojinegros: el panameño Blas Pérez, campeón con el equipo en 2006 y figura en la Copa Libertadores de 2007. 

“La afición no es cualquiera, la afición del Cúcuta es la mejor de Colombia. Los llevó en el corazón hasta el día de mi muerte”, dijo Blas, aquella tarde en la que además se tatuó el escudo del conjunto motilón. 


Lea también: ¿Qué fue de la última plantilla profesional del Cúcuta Deportivo?


 

Blas Pérez, Cúcufta, 2020.

¿En lo deportivo?

A nivel deportivo, el juego fue para la visita con un marcador de 1-0 con un tanto de Diego Herazo, quien celebró simulando que orinaba un banderín de tiro de esquina, acción que despertó el rechazo de los rojinegros. 

Diego Herazo, celebración.

“A mí no me gusta que vengan a hacer lo que hicieron. No voy a salir a solucionarlo, pero si empezamos a corregir en todos los aspectos, sería justo para todos. Hay casos que se deben marcar como ejemplos", señaló Jorge Artigas, técnico del Cúcuta en dicho encuentro. 

Fue el segundo partido en la dirección técnica del uruguayo y en la cancha se pudo contar el debut del lateral nortesantandereano Winston Ramírez. 

El Cúcuta formó con Juan Camilo Chaverra; Winston Ramírez (Hanyer Mosquera 63’), José Pérez, Cristhian Valencia, Diego Sánchez; Jean Pineda, Juan Carlos Caicedo (Christian Mina 73’); Auli  Oliveros, Andrés Escobar, Juan Pablo Marín; Michell Ramos (Agustín Vuletich 68’).

Mientras que Bucaramanga, que estaba al mando del uruguayo Guillermo Sanguinetti lo hizo de esta forma: Christian Vargas; Christian Subero, Steve Makuka, Homer Martínez, Germán Gutiérrez; Daniel Restrepo (Bernaldo Manzano 65’), Roger Torres (Ever Valencia 62’), Nicolás Roa; Johan Caballero, Bryan Castrillón y Diego Herazo (Yeison Tolosa 87’).

Cúcuta Deportivo vs Bucaramanga.

El más destacado por el Cúcuta fue Andrés ‘Manga’ Escobar, quien como extremo se mostró insistente en la ofensiva rojinegra.  

En las tribunas, no había más de 2.000 personas, pues el grueso de la hinchada se concentraba afuera en la manifestación que fue casi simultánea al juego. 

Winston Ramírez, lateral cucuteño.

“Me hubiese gustado que entrara la gente. La institución está por encima de todo. La fiesta estuvo afuera y no adentro, anímicamente no estábamos en una energía positiva”, dijo Artigas. 

En dicha campaña, el Cúcuta alcanzó a jugar hasta la fecha 18, antes de que se le prohibiera actuar por su entrada a la liquidación y por no tener reconocimiento. 
Sumó tan solo 14 puntos y en la Copa Colombia llegó a los octavos de final.  

El último partido en casa 

A pesar de que la crisis del Cúcuta Deportivo se agravó en noviembre cuando entró al proceso de liquidación judicial y fue desafiliado de la Dimayor, este duelo en marzo fue su último en su única casa, el estadio General Santander. 

Una de las razones fue el parón que tuvo el profesionalismo a causa de la llegada de la pandemia a Colombia. El torneo se frenó y volvería a reanudarse en septiembre.

El mal estado del gramado del General Santander en septiembre, llevó a que el Cúcuta tuviera que mudarse de sede: los juegos de local los completó en el estadio Centenario de Armenia, antes de que iniciara la crisis que a la fecha aún lo tiene alejado del profesionalismo. 

Estadio General Santander, septiembre de 2020.

¿Qué ha sucedido desde el momento?

Desde ese juego, no volvió a darse otro partido profesional oficial en el General. En noviembre de 2021, un grupo de jugadores liderados por Braynner García actuaron en representación del Cúcuta en un amistoso frente a Técnico Universitario de Ecuador. 

El gramado fue cambiado tras nueve años de uso y se instaló una grama tipo bermuda 4.19 que le costó al municipio 803 millones de pesos, junto al cambio del suelo sintético que colinda con el campo de juego. 

A nivel administrativo, el Cúcuta Deportivo recuperó su vida al pasar del proceso de liquidación (que inició el 11 de noviembre de 2020) al de reorganización empresarial, mismo en el que estaba en la fecha del último partido en casa pero con el acuerdo anterior.

En el momento, los hinchas rojinegros esperan que el Ministerio del Deporte otorgue el reconocimiento deportivo y se pueda concretar una reafiliación a la Dimayor. 

Los motilones esperan, de igual forma, la conformación de la nueva junta directiva del equipo, en la que todo parece indicar estaría liderada por el dirigente Eduardo Silva Meluk. 

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