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Un cumpleaños con el rastro de la violencia en Cúcuta
Ana Karina Jiménez fue asesinada en el barrio Caño Limón, en noviembre del año pasado.
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Categoría nota
Jueves, 11 de Mayo de 2023

Por esta época el dolor en la familia de Ana Karina Jiménez Garcés, quien fue asesinada en un ataque a balazos que no iba dirigido contra ella, en noviembre de 2022, cuando tenía 19 años, se incrementa y se vuelve incontrolable.


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El martes ella hubiese estado celebrando sus 20 años, pero tristemente la violencia que azota a Cúcuta no se lo permitió, eso mantiene a los dolientes en medio de gestos de desesperación.

“Mi hermanita estaría cumpliendo años, compartiendo felizmente con nosotros, pero nos la quitaron. Hasta este momento no sabemos nada de la investigación y no tenemos justicia por lo que hicieron”, recordó una familiar de la víctima.


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La mortal historia se registró la noche del 18 de noviembre del año pasado, cuando dos pistoleros llegaron hasta la calle 21 con avenida 17, del barrio Caño Limón, de la Comuna 6 de Cúcuta y atacaron de manera indiscriminada a Ceferino Gallo García, de 53, quien era un vigilante informal de la zona.

La mujer fue alcanzada por una de las balas, cuando en el momento del asesinato del vigilante, ella había salido de su casa, adonde había llegado a vivir dos días antes del suceso, con la intención de ir a la tienda a conseguir los alimentos para preparar la cena.

Los familiares de Jiménez insisten en que no han tenido avances en la investigación, por lo que les pidieron a las autoridades que se agilicen los procesos y se identifiquen a los responsables del asesinato.

‘Quería ser policía’

Paradójicamente, la violencia se acercó a la familia de Ana Karina Jiménez, justo cuando ella tenía planeado terminar el bachillerato para ingresar a la escuela de la Policía, porque ese era su sueño, portar el uniforme de la institución y servirle a la comunidad para brindar seguridad. 

La víctima también era una destacada deportista y su gusto por el fútbol hizo que hiciera parte de una escuela de formación del barrio García Herreros.

“Tenía un corazón enorme, amaba los perritos, muy entregada a su familia, era la alegre, la que hacía los carteles y los videos cuando había una fecha especial. Su sueño era terminar el bachillerato para ingresar a la Policía. Tenía muchos sueños que quedaron en vano”, aseguró la hermana de Ana Karina.


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