Este lunes se conmemora el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, fecha que ha sido declarada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que las personas que se han visto afectadas directa o indirectamente por este flagelo puedan saber que no están solas, que no son olvidadas, y de igual manera se pueda crear una conciencia en la sociedad para que esta terrible práctica no pase desapercibida y los gobiernos tomen acciones para que no siga sucediendo.
Esta conmemoración tuvo origen el 21 de diciembre de 2010, cuando la Asamblea General expresó su preocupación por el aumento de las desapariciones forzadas o involuntarias en diversas regiones del mundo, y por el creciente número de denuncias de actos de hostigamiento, maltrato e intimidación padecidos por testigos de desapariciones o familiares de los desaparecidos.
En el marco de esta conmemoración,con la presencia de seres queridos, familiares y allegados (de las personas desparecidas), la Unidad para las Víctimas, conmemoró el Día Internacional de las Víctimas por Desapariciones Forzadas con diferentes eventos, iniciando con una emotiva celebración eucarística.
Posteriormente, en un acto privado, se realizó un encuentro con acciones de acompañamiento emocional que incluyeron actividades de restauración, reflexión, apoyo y superación que evidenciaron situaciones de impacto en medio de las secuelas dejadas por la violencia. Un equipo de profesionales con alta experiencia en este campo psicosocial y con un liderazgo humano de la Unidad para las Víctimas acompañó e implementó la estrategia.
Provenientes de los municipios de Ocaña, La Esperanza, El Zulia, Los Patios, Pamplona y Cúcuta, los familiares de las personas desaparecidas rindieron un minuto de silencio y recordaron a sus seres queridos en medio del dolor y la incertidumbre por conocer información sobre sus paraderos.
De acuerdo con el Registro Único de Víctimas y según la Red Nacional de Información, en Norte de Santander se tiene un registro de 5.128 víctimas con declaración a corte del 31 de julio del 2021.
“La importancia de este tipo de espacio es visibilizar y compartir los sentimientos de los familiares de las víctimas, ellos sienten que con estas conmemoraciones no los estamos dejando en el olvido y que sus familias aun los espera. Desde la Unidad de Víctimas articulamos con toda la institucionalidad, lo que nos permite brindar en conjunto diferentes tipos de servicios de orientación y acompañamiento, garantizando el acompañamiento psicosocial y participación efectiva a los familiares de las víctimas de desaparición forzada y homicidio durante el proceso de búsqueda y entrega digna o simbólica de cadáveres", resaltó Johanna Gelvez Ascanio, la directora de la Unidad para las Víctimas en Norte de Santander y Arauca.
Según Ascanio, de las 5.128 víctimas con declaración, 4.270 han declarado en Cúcuta, seguido de Ocaña con 173 declaraciones, Tibú con 153 y Villa del Rosario con 112, entre otros municipios.
En lo corrido del 2021, la Unidad para las Víctimas ha realizado acompañamiento en 35 entregas de restos óseos realizadas en Norte de Santander que han contado con la asistencia al proceso de entrega y búsqueda de cuerpos o restos humanos con el fin de determinar acciones necesarias para la entrega de los componentes de la asistencia humanitaria, alojamiento, traslado, alimentación, auxilio funerario a los familiares de las víctimas durante las diligencias dentro de los parámetros establecidos por la Unidad. Así mismo, hemos implementado acciones enmarcadas en la medida de satisfacción con la realización de estrategias psicosociales a las personas afectadas por este hecho victimizante.
Para Liliana María Rangel, representante de la Mesa Departamental de Víctimas de Norte de Santander por el hecho victimizante de Desaparición Forzada, estos espacios son de gran importancia por el alto nivel emocional y social que implican, generando la oportunidad de que se cree un ambiente de paz y de perdón, recordando y sanando heridas.
"Como representante, es indispensable dar a conocer los avances que hemos tenido durante este proceso y agradecer siempre la confianza de representarlos en todo el departamento frente a las instituciones departamentales y nacionales, levantando la voz por aquellas personas que ya no pueden", resaltó Rangel.
Directora de la Unidad para las Víctimas en Norte de Santander y Arauca, Johanna Gelvez Ascanio. Foto: Juan Pablo Cohen / La Opinión
"Exigimos verdad y justicia"
Luis Alberto Duran, delegado de la Mesa de Participación Municipal de Víctimas de Cúcuta y Norte de Santander, enfatizó en la importancia de avanzar en los proceso de verdad, justifica y reparación, seguir trabajando con los organismos nacionales e internacionales y seguir con los procesos que establece la ley para las personas afectadas por estos hechos.
En la conmemoración, se contó con la presencia de Carmen Cecilia, madre de Omar Abril Torres desapareció en el sector de El Escobal, zona de frontera con Venezuela en el 2010.
Su hijo se encontraba trabajando en una cooperativa de la zona, un viernes en horas de la tarde no regresó a su casa, lo que causó angustia en su madre, que desde ese momento, adelanta diferentes acciones en la búsqueda de su ser querido, incluso, en algún momento viajó a Venezuela e instauró la denuncia correspondiente.
A la fecha, ella espera el regreso de su hijo y durante su proceso, se solidariza con otras familias que también han perdido un ser querido y ayuda con diferentes tramites para poder registrarlos de forma oficial en la bases de datos del RUV y adelantar acciones que permitan recibir una pronta respuesta.
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