Tras luchar durante dos meses por su vida en una unidad de cuidados intensivos en Venezuela, murió el domingo pasado la mujer de 57 años que se había contagiado de COVID-19 y luego de hongo negro, caso médico que levantó gran preocupación en el país desde el momento en el que se conoció.
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El deceso de la paciente, quien estaba hospitalizada en el estado Mérida, lo dio a conocer el director de la Corporación de Salud (Corposalud), Rubén Gallo, de acuerdo con lo informado por medios venezolanos.
“Tratamos de salvarle la vida a la paciente, pero no fue posible y todo producto de una patología de COVID-19 que arrasa con lo que devenga. Esta es una paciente diabética, estaba descompensada y produjo una serie de alteraciones. El cuerpo médico hizo todo lo que pudo por salvarle la vida, pero no fue posible”, dijo Gallo a un medio local.
De acuerdo con el diario Los Andes, la mujer murió por hongo negro; le realizaron dos limpiezas quirúrgicas en la zona facial y, según declaraciones del director de Corposalud, ella tenía afectado el ojo derecho tras las intervenciones que tuvo.
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La mujer falleció tras un paro cardíaco. “Lamentamos mucho este deceso incluso, producto del COVID-19 y todo esto produjo las complicaciones. Fue un caso autóctono de la ciudad de Ejido. No fue contagiada por nadie como andan diciendo por ahí que fue importado de Brasil, no fue así”, aclaró la autoridad sanitaria.
El medio recordó que, en Venezuela, para el 19 de agosto, ya se habían registrado cuatro casos de hongo negro o mucormicosis en pacientes que contagiados con COVID-19. La víctima de Mérida es la segunda.
¿Qué es el hongo negro?
El hongo negro una infección fúngica, causada por el hongo mucor que se encuentra en el suelo, las plantas, el estiércol y las frutas y verduras en descomposición, señala la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Esta condición se caracteriza por la aparición de unas manchas de color negro en los rostros de los pacientes, acompañadas de fuertes dolores de cabeza. Su aparición se asocia a causas relacionadas con la contaminación en el aire (esporas en el ambiente) y por la ingesta de alimentos en estado de descomposición.
(Hongo negro. Foto: Twitter de Victoria Cruz Villar-México.)
La infección puede afectar los senos paranasales, al cerebro, los pulmones y los ojos.
Para los especialistas, la propagación de la infección micótica en relación a la COVID-19 es atribuida en gran medida a la utilización descontrolada de corticosteroides en el tratamiento de pacientes con coronavirus.
El uso exagerado de estos medicamentos o su consumo por personas cuyo sistema inmunológico se encuentra debilitado por la enfermedad, aumenta el riesgo de infección por este hongo.
Casos de hongo negro se han detectado en India, Irak, Irán, Uruguay, Bolivia y Guatemala.
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