Los problemas en la asignación de subsidios del programa Mi Casa Ya y las altas tasas de interés para crédito hipotecario afectaron el poder de adquisición de vivienda propia por parte de los colombianos, aunque su objetivo de comprar se ha mantenido.
De acuerdo con el presidente de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), Guillermo Herrera, en una entrevista con La Opinión, el gremio llevó a cabo un estudio con su aliado Estrenar Vivienda, el cual reflejó la dinámica de venta de casas o apartamentos versus la intención de compra desde enero de 2022 a mayo de 2023.
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Así, en el quinto mes de 2023, 17.498 personas registradas expresaron su intención de comprar vivienda, pero solo 8.196 pudieron hacer ese sueño realidad. El pico más alto en esa intención de compra, este año, se dio enero (21.568 inscritos en el sistema manifestaron querer comprar).
“Lo que hemos visto a través de la plataforma es que durante 2022 hubo un declive en la intensión, seguramente muy afectada por el cambio de gobierno y la inflación, pero a partir de enero de 2023 aumentó ese número, cada mes corresponde a la gente que se registró ese mes en la plataforma, no es un acumulado. Vemos una brecha grande entre quiere comprar y el que compra”, expresó Guillermo Herrera.
A través de este sondeo, también preguntaron sí necesitan el subsidio para adquirir vivienda, a lo que el 80,5% dijo que sí, explicó el líder gremial. El 90% de los consultados respondió que, si tuvieran un incentivo para reducir la cuota mensual del crédito se decidiría a comprar, por lo que queda claro que los subsidios son un factor determinante.
“Ese 80% de los encuestados van acorde con las estadísticas de la venta de Vivienda de Interés social (VIS). Resulta que, en Colombia, 8 de cada 10 viviendas que se comercializaron en 2022 se vendieron con Mi Casa Ya; solo 2 sin subsidio, ya sea para inversión u otro motivo”.
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Arriendo, lo más viable
El economista Christian Samir Méndez, investigador y profesor universitario, afirmó que la moderación de las tasas de interés es un aspecto positivo. No obstante, siguen siendo altas ante el poder adquisitivo de los ciudadanos.
“Esto, junto a las limitaciones de los subsidios, porque no ha existido una definición clara y concreta frente al desarrollo de recursos para la política de vivienda, ha generado problemas en el acceso a compra de vivienda para esas familias que están en arriendo”. Méndez recalcó que, por eso, la renta sigue siendo la opción más viable.
El economista manifestó que el reto del Gobierno, pese a que la ministra de Vivienda, Catalina Velasco, ha estado en reuniones con los constructores y ha asignado recursos para los subsidios, es seguir focalizando los esfuerzos en el diseño de una estrategia enfocada en los hogares de ingresos bajos, para que puedan tener su inmueble propio.
(Guillermo Herrera, presidente de Camacol. / Foto Cortesía)
Guillermo Herrera precisó que Colombia tiene unas de las tasas de propiedad de vivienda más bajas de Latinoamérica, teniendo también uno de los precios más bajos en venta de casa o apartamento. Sin embargo, el acceso es difícil por los niveles de ingreso que tienen los hogares, la informalidad y desempleo.
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Las tasas de interés
El presidente Camacol, Guillermo Herrera, resaltó que, según lo que ha dicho el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, el próximo año comenzarían a regularse las tasas de interés para los créditos hipotecarios, más allá de los esfuerzos que hicieron los bancos del país, los cuales bajaron sus tasas a partir de junio.
“Ya se empiezan a alinear las condiciones frente las dificultades macroeconómicas que enfrenta el país, como la mayoría de países en el mundo por la altas tasas de inflación y devaluación, que provocaron a su vez un incruento en las tasas de interés de los créditos hipotecarios”.
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El dato
Según la Encuesta de Calidad de Vida (ECV) del DANE, dato que reafirma Fedelonjas, el 40,2% de la población en Colombia vive en arriendo o subarriendo, es decir, cuatro de cada diez habitantes. En Norte de Santander, esta cifra es mayor, al registrar 46,8%.
Hay una demanda de arrendamiento, lo cual también estimula la oferta de vivienda en alquiler. Este panorama estaría estimulado porque las dificultades para comprar inmueble.
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