La minería, principalmente del carbón, y el petróleo demuestran su vital importancia para la economía nacional. Así lo dejó claro el nuevo informe Inversión Extranjera Directa (IED) del Banco de la República, la cual llegó en abril a US$1.951 millones, pero esos dos sectores aportaron US$1.721 millones.
La inversión extranjera total creció US$1.072 millones, en comparación a los S$879 millones de marzo de 2023. El crudo y la minería tuvieron un alza de US$1.013 millones en abril, respecto a los US$708 millones de marzo. Otros sectores registraron US$230 millones, en marzo esa cifra fue US$171 millones.
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Norte de Santander no tiene petróleo, según el reciente estudio entregado por la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), pero sí es un uno de los principales departamentos productores y exportadores de carbón y coque.
Para el director de investigaciones económicas de Corficolombiana, José Ignacio López, el carbón y el petróleo siguen siendo estratégicos, no solo por su generación de dólares, porque representan casi el 58% de las exportaciones del país, sino que son claves desde el punto de vista fiscal.
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“Estas cifras de inversión extranjera directa nos recuerdan lo importante son para financiar nuestro déficit de cuenta corriente, en la medida que estos flujos de financiamiento externo le permiten al país tener endeudamiento con el resto del mundo. Vemos una dinámica importante de inversión, muchos proyectos están buscando aprovechar esta coyuntura de precios altos”, agregó López.
El economista manifestó que estos sectores de la economía se están viendo afectados por situaciones de inseguridad, tanto de orden público, como jurídica; la ralentización de algunos proyectos por temas ambientales y la incertidumbre relacionada con la no existencia de una eventual ronda de nuevos contratos. A pesar de todo esto, el crudo y el carbón son una buena oportunidad para Colombia, para apalancar la transición energética.
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El economista principal de Scotiabank Colpatria, Sergio Olarte, señaló que, en medio de todo el programa de transición energética, se están comprobando que tener un cambio ordenado hacia energías renovables requiere de un sector industrial más diversificado, lo cual toma tiempo para desarrollarse.
“Mientras tanto, para poder construir la infraestructura y el mecanismo para que otros sectores se vean beneficiados, se debe asegurar que la tasa de cambio sea competitiva, para seguir importando bienes y servicios, y eso viene de la mano de una inversión de los sectores convencionales como petróleo y minería, que ayudan bastante a que, por ejemplo, la tasa de cambio pueda bajar un poco”, concluyó.
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