Los familiares de Yudabra Yudeysi Benavides Nieto se encuentran entre la zozobra y el dolor, a la espera de que Medicina Legal les entregue el cuerpo de su ser querido, pues quieren llevarla a Puerto Santander para “decirle adiós para siempre”.

Y es que la familia aún no se explica por qué esta buena mujer y sin alguna intención de maldad, tuvo que ser víctima de los violentos.

Por eso, además de esperar para que su cuerpo descanse en paz, la familia exige explicaciones, porque en el barrio donde la mujer fue asesinada, “nadie vio nada, nadie dice nada, nadie escuchó nada”.

Yudabra tenía ocho años viviendo en Puerto Santander, en donde se estableció y construyó su hogar. Pese a que había consolidado una vida digna, su esposo salió del país hacia Estados Unidos el 17 de agosto de 2023, con el fin de trabajar para darles una mejor vida.

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Aunque se quedó sola, la familia de su pareja sentimental siempre estuvo pendiente, acompañándola y haciendo que ella se sintiera cómoda en su hogar.

La mujer, de 24 años, trabajaba como estilista en ese municipio, donde logró ser muy reconocida y tener una gran cantidad de clientes, quienes la recuerdan con mucho cariño.

“Ella hacía cejas, pestañas, era peluquera. A todas nos consentía, hasta nos puso lisas”, aseguró uno de sus familiares.

La odisea de reclamar el cuerpo

Después de la tragedia que se convirtió en misterio, no quedó de otra que arribar hasta las instalaciones del Instituto de Medicina Legal en Cúcuta, la tarde del martes, esperando que les dieran el cuerpo.

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La espera, por más de dos horas, fue en vano, pues no lograron obtener resultados. Cuando la mamá y la suegra de Yudabra salieron de las instalaciones, en su rostro solo se vio decepción y dolor.

La fatiga de viajar y esperar para que les entregaran el cuerpo, ya pasaba factura y aún no podían hacer nada, pues todavía hacían falta unas huellas.

“Llevamos desde ayer viajando, es doloroso estar pasando por esto”, manifestó la suegra de la víctima, con quien pudo consolidar una linda amistad y fue ella quien la recibió en Puerto Santander.

Como una mujer juiciosa y trabajadora, sus familiares la describían, recordando además que no tenía conflictos con nadie y que, de hecho, era muy inocente.

¿Ahora qué pasará?, era la pregunta que se repetían una y otra vez, con lágrimas, los familiares de Yudabra, al recordar al niño de 2 años que se quedó sin mamá.

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“Yo hablaba seguido con mi hija, de hecho ese día hablamos en la mañana y ella me cortó la llamada porque ‘iba a llevar al licenciado’, como le decía a mi nieto”, sostuvo el padre de la joven.

El homicidio

Como era parte de su rutina, Yudabra llevó a las 8:00 de la mañana a su hijo al colegio campestre que está cerca de su casa, en el barrio Nuevo Mundo, y luego de dejarlo, se regresó a la vivienda a esperar que llegara le mediodía para recogerlo.

Sin embargo, cuando fueron las 12:00 p. m., ella nunca fue por su hijo, lo que se le hizo extraño a los docentes que acompañaban al menor.

Los profesores fueron hasta la casa de Benavides Nieto y la encontraron muerta. Además, le robaron una moto y el celular.

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